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Colombia busca controlar la población de hipopótamos, legado de Pablo Escobar

El Gobierno colombiano ha comenzado a esterilizar a los animales que se reprodujeron en la cuenca del río Magdalena tras escapar de la Hacienda Nápoles

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Los cuatro ejemplares que dejó el capo Pablo Escobar se han procreado mucho. Hoy son 80.cortesía

Los cuatro hipopótamos que escaparon de la Hacienda Nápoles, perteneciente al desaparecido  líder del cartel de Medellín, Pablo Escobar,  se han reproducido tanto desde 1993, año en que la policía mató al capo,  que hoy son 80 ejemplares y viven a sus anchas en las zonas pantanosas de las selvas de Antioquia.

Puede resultar entrañable imaginarse a los hipopótamos retozando al otro lado del Atlántico -dice hoy el periódico El Confidencial-,  pero en realidad se trata de un grave problema ecológico que puede modificar el ecosistema y desplazar a la vida silvestre local.

El diario colombiano recuerda que este animal que puede llegar a pesar más de cuatro toneladas come mucho y produce una gran cantidad de heces, es capaz de alterar la composición química del agua y el ecosistema de la región, entre muchos otros problemas.

Los esterilizan

Ante ello , el Gobierno colombiano ha optado por una opción más lenta, pero con un desenlace similar. Una vacuna contra las especies invasoras Según ‘The Guardian’, los primeros ‘hipopótamos de la cocaína’ han comenzado a ser esterilizados

En concreto, los biólogos de la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los ríos Negro y Nare (Cornare) han utilizado una vacuna llamada GonaCon, desarrollada en la década de los noventa por el Centro Nacional de Investigación de Vida Silvestre del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) como anticonceptivo para los ciervos. GonaCon funciona tanto en machos como en hembras.

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Se basa en la estimulación de anticuerpos que interfieren en la producción de unas hormonas sexuales llamadas gonadotropinas, disminuyendo así la actividad sexual de los animales e inhibiendo la reproducción. Cornare explica en un comunicado que tiene una duración de varios años y que la única condición para que funcione es que el hipopótamo tenga una cantidad suficiente de anticuerpos.