Colorida atracción en el río Guayas

El malecón Simón Bolívar fue el lugar escogido por José Espinoza para pasear con su hijo y disfrutar de los actos con los que se celebra a Guayaquil en sus 481 años de fundación.

Con su criatura tomada de la mano, el hombre se ubicó en uno de los asientos, en las inmediaciones de los jardines del malecón, para admirar el desfile denominado El río Guayas es mi destino.

Antes de las once de la mañana, saboreando unos helados, padre e hijo presenciaron el espectáculo en el que participaron embarcaciones del Comando de Guardacostas, personal de la Infantería de Marina, lanchas del Cuerpo de Bomberos, entre otras instituciones.

Entre las primeras lanchas admiradas estuvieron las coloridas balsas con velas pintadas por artistas nacionales y que fueron trasladadas desde la costa peninsular para el desfile en honor a Guayaquil.

Los personajes Juanita y Juan Pueblo, que saludaban a quienes estaban en el malecón, recibieron la respuesta de adultos y niños, entre ellos de Érick, de 5 años, quien llamaba la atención a su padre y señalaba las embarcaciones en el río y movía su mano.

Las coloridas barcazas en las que estaba representado el monumento al Cacique Guayas y su esposa, la princesa Kil; aquella que representaba la producción cacaotera y las otras tres, sirvieron de marco para las selfies tomadas por decenas de turistas.

Además del colorido trabajo de los artesanos y artistas, en el recorrido de dos kilómetros, desde la calle Manabí hasta el puerto Santa Ana, personal de la Marina hizo demostraciones de las actividades que realizan en el río.

Mientras en el agua se daba el espectáculo, en tierra, decenas de policías ‘echaban un ojo’ para que los turistas disfruten del undécimo desfile náutico por las fiestas patronales de la ciudad. (IC)