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¡Con miedo a irse de orejas!
En caso de emergencia, es difícil llegar con ayuda, porque el terreno no permite el acceso de carros o motos. Ni siquiera se puede caminar bien.
Con miedo a caer y romperse los huesos. Así caminan por la cooperativa de vivienda Janeth Toral, noroeste de Guayaquil, donde el invierno dejó las calles destrozadas.
“Tenemos que pisar con mucho cuidado. Aquí vivimos como si estuviéramos en la época de piedra”, dice Viviana Zambrano. Ella habita desde hace 6 años en la manzana 1816, solar 5, al pie de una calle empinada, donde han quedado abiertas varias zanjas en la mitad de la calle de tierra.
“Hay personas que han resbalado, esto es peligroso, especialmente para las madres que andan con niños en brazos”, asegura Luis Javier Ulloa, morador de la manzana 1816.
Carros se viran
Clara Jarama tiene una tienda en la manzana 1828 y cuenta que cada vez que cruza un carro por su vivienda siente temor, porque puede quedar aplastada. “Hace varios días un camión que repartía productos se viró. Poco faltó para que se vaya contra mi casa, esto me tiene preocupada”, confiesa la dama, mientras señala el sitio donde existen aberturas. “Aquí las calles son un desastre, ya enviamos oficios al Municipio y estamos esperando una respuesta”, explica Ramón Solórzano, dirigente barrial del sector, donde no hay alcantarillado y el agua llega por pileta.
Solórzano dice que si existiera una emergencia, producto de algún accidente o incendio, será complicado llegar con ayuda, pues ningún carro o moto podrá cruzar las calles con huecos.
“Nos preocupa porque en el sector donde yo vivo existe una guardería y escuelas. Las autoridades deben atendernos”, relata Solórzano.
Los pillos aprovechan
Las calles en mal estado ayudan a los pillos, porque ningún patrullero se atreve a seguirlos por un sector con calles destruidas. “Hace varios días una moto de la Policía se volcó cuando perseguía a un sospechoso. Por aquí no se puede andar en vehículo. Queremos que hagan algo, aunque sea que pasen la máquina y coloquen piedras”, argumentó Clara Jarama.
Yuli Muñoz, integrante del Comité barrial de salud ‘Guardianes de la vida’, cuenta que si no atienden esta necesidad pronto saldrán a las calles principales a protestar con carteles, porque se están cansando de vivir en esas condiciones. “Parece que estuviéramos en la época de piedra”, indica.
“Esperamos la respuesta”
Los moradores de la cooperativa de vivienda Janeth Toral, lámina 1, ya hicieron el pedido de arreglo a las autoridades municipales.
“Ya presentamos un escrito en la Municipalidad y solo esperamos la respuesta, ojalá nos arreglen pronto el sector para poder caminar tranquilos”, contó el dirigente comunitario Ramón Zambrano.
Agrega que las mingas de limpieza que realizan no son suficientes, porque el gran problema lo genera los enormes huecos en las calles.