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¡Con chicha y mote pillo se armó la minga!

Ariana Almeida Martínez, Quito
El panorama en Santa Martha Alta era desolador. La tierra y las piedras impedían el paso de los vehículos. Incluso para la gente era difícil caminar por las calles de ese barrio, ubicado en el sur de Quito.
Unas gradas desgastadas conducían al parque del lugar, en el que las botellas del licor, los juegos en mal estado y la basura lo mantenían abandonado.
Sin embargo, ayer fue la primera vez que Paola Andrade se animó a visitar aquel espacio. El domingo pasado, los vecinos se unieron y dejaron el sitio ‘papelito’: pintaron las gradas, cortaron el césped, recogieron la basura y repararon los juegos.
“Antes no veníamos. Yo tengo mi niño, de 5 años, y no era un sitio adecuado para él”, precisó la madre de familia. Ella reside 12 años en el barrio y reveló que el cambio es evidente, especialmente porque cuando se mudó, las calles estaban llenas de piedras y tierra, ahora están adoquinadas. “Era imposible vivir entre tanto polvo”, agregó.
Durante la minga trabajaron cerca de 60 personas y aunque no todas eran del barrio, se juntaron para brindar a los niños un lugar sano de recreación.