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Conjuntivitis masiva provoca escasez de medicamentos
La enfermedad se propagó después de Carnaval y la medicina para aliviar la conjuntivitis se agota.

Referencial. Hay tres tipo de conjuntivitis comunes: bacteriana, viral y alérgica.
El color rojo está más que popular. Ya pasó Navidad también el Día de los Enamorados, pero el tono sangriento se apodera de los ojos. La ‘moda’ también incluye secreciones pegajosas, hinchazón y las ganas de no dejar de rascarse a pesar del dolor.
Es que la conjuntivitis llegó a Guayaquil para hacer de las gafas una prenda imprescindible y a las farmacias, como el lugar más solicitado por estos días.
464 ‘pateados’ a lo chino atendidos en el MSP
El ‘pero’ es que tantos han sido los enfermos que los colirios enviados como remedio ya se agotaron. Para ser exactos desde que inició el 2018 ya van 464 personas atendidas y diagnosticadas en los centros de salud. Franklin Bajaña Loor, Director zonal 8 de vigilancia de la salud Pública por el Ministerio de Salud (MSP), lo confirma. Los casos que él conoce se han reportado entre Guayaquil, Durán y Samborondón.
La escasez acecha
Ni todo el billete junto puede comprar lo ‘no disponible’ en la botica. Los colirios, en el sector privado, se reducen en número hasta llegar a cero.
En Fybeca no hay. En Pharmacys no hay. En Medicity no hay. Y aunque parezcan las únicas que pueden romper esta cadena de ‘no hay’, las distribuidoras de medicamentos tampoco tienen.
Desde la distribuidora farmaceútica El Punto Verde, Jorge Rodríguez, explicó que “en gotas no hay nada para la conjuntivitis, se nos han agotado” y, como para aclarar que esa realidad se repite, añadió: “Nosotros les distribuimos a Sana Sana, allá tampoco hay”.
No haga caso a recetas ‘chimbas’
Del otro lado de la escasez y aparentemente robustos, se encuentran los centros de salud del MSP. Bajaña asegura que tienen la medicina necesaria para atender los casos que se sigan presentando.
La advertencia número uno que hace este doctor es que todo paciente se debe asegurar con un diagnóstico y no automedicarse.
Por esa razón descarta las recetas estándar que han empezado a difundirse en redes sociales. “Depende de qué tan inflamado esté; pueden haber antibióticos muy potentes o con corticoide y eso quema la corteza ocular y complica aún más el caso”, aclara Bajaña sobre los riesgos que se corren.
¿Colirio? ¡Ahorita no joven!
La fecha en que los estantes se vuelvan a llenar de los colirios que urgen ahora es algo incierta. Aunque dos de los vendedores consultados apuestan a que desde la próxima semana —lunes 19 de febrero— ya podrían estar abastecidos.
“No sabría decirle, pero quizás la siguiente semana”, dijo Rodríguez.
“Lo podríamos tener para la tarde, pero no es nada seguro”, dijo Carmen Herra.
El brote empezó antes de Carnaval
Herrera trabaja atendiendo la línea a domicilio de la cadena Pharmacys y asegura que hasta los saldos que tenían se acabaron. La demanda se trepó de una: “La semana pasada —antes de Carnaval— estaban llegando unos pocos a pedir, pero ya esta semana explotó”.
Esa ‘locura’ por los colirios contra la infección —que se concentra en la conjuntiva, una glándula lagrimal— no ha llegado hasta Quito. Los locales de Pharmacys en la capital están llenitos. Herrera lo sabe y lo verifica buscando en su computadora.
En cambio, en Fybeca, se comprobó a través de una llamada al call center a la farmacia, que en ninguna de sus sucursales había las ‘milagrosas’ gotitas. Sobre el colirio ciprodex, que es uno de los más recetados, no lo tienen en líquido pero sí en unguento. La única diferencia es que su aplicación no es directa al ojo sino solo en los alrededores.
La inversión para curarse
Entre los sitios consultados se supo el valor que habría que invertir para librarse del ‘ojo rojo’. El ciprodex, por ejemplo, cuesta $13,78 en líquido y el ungüento oftálmico del mismo producto $12,52.
En general, volver a tener una visión decente y sin esa ‘mucosidad’ adicional cuesta y seguramente, le costará más de $10.
Los síntomas (según la Academia Americana de Oftalmología)
- Sensación de que tiene algo en el ojo o sensación arenosa en el ojo.
- Ojos rojos.
- Ardor en los ojos.
- Comezón en los ojos.
- Dolor en los ojos (generalmente en la conjutivitis bacteriana).
- Ojos llorosos.
- Párpados hinchados.
- Visión borrosa o nublada.
- Mucha sensibilidad a la luz.
- Abundancia de moco, pus o descarga amarillenta espesa del ojo. Puede haber tanto que las pestañas se pegan entre sí (sobre todo en la conjuntivitis bacteriana).