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Uno de los riesgos del mal uso de las tarjetas es dañar el prestigio financiero.Archivo

Prudencia para no ‘reventar’ las tarjetas en festividades

Analizar el ingreso mensual es uno de los consejos que se deberían adoptar al momento de comprar.

Juan Carlos Jácome, presidente del directorio de la Corporación Financiera Nacional (CFN), da algunas sugerencias para no exceder los gastos en las próximas festividades de fin de año.

Usted está ligado a una entidad financiera y es experto en economía, por lo tanto ¿qué sugerencias da para no reventar las tarjetas de crédito en las compras de fin de año?

- La prudencia hay que tenerla en la cabeza, nunca desarroparse más allá de lo que no se puede. Cada quien debe saber cuál es su capacidad de endeudamiento y no debe excederse, porque al final cuando se busca más deuda de la que no se puede pagar se daña el prestigio financiero (persona responsable que paga sus cuentas al día) y hasta puede perder el patrimonio que le ha costado tener.

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¿Existe algún porcentaje del salario que se puede destinar a comprar sin preocupaciones?

- Más que un porcentaje específico hay que analizar cuánto es el ingreso de la persona y de cómo fluctúa en el tiempo. Debe ser a la inversa, en la economía del hogar debe estar bien claro cuáles son los gastos corrientes (vivienda, pagar servicios, educación, alimentación, pasajes para ir al trabajo y clase, etcétera) y si con la justa tiene para pagar los gastos corrientes, ya allí está la alerta que un crédito tiene riesgo; porque no va a tener para pagar. Ahora si hay cierto excedente, allí hay que decidir si se ahorra para futuros gastos o decido, sobre esa base, endeudarme para pagar las cuotas mensuales. Pero, siempre la base del análisis es el gasto corriente versus ingresos.

Pero, en la práctica el dinero plástico es el que paga las fiestas de fin de año.

- Hay que hablar del por qué. Hay muchos estudios económicos desde el punto de vista de los consumidores que dicen cómo las emociones juegan en rol importante a la hora de comprar. Entonces, la sugerencia ni siquiera está en no gastar, sino en tratar de ser lo más sereno posible para no dejarse cautivar por las promociones y por todo lo que hace que la emotividad nos gane. Ser lo más aterrizado posible para neutralizar los mensajes emotivos que nos envían para estimularnos a comprar. La cuenta está hecha, si no tengo excedente del salario después de pagar los gastos corrientes no hay para qué endeudarse. Al final lo mejor es hacer las compras en pareja, para entre los dos se de el equilibrio y se razone la compra. Aquí lo importante es estar seguro de tener el dinero para pagar las cuotas del crédito de consumo.