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Corredor Central-Norte de Quito: transporte marcado por la inseguridad y deterioro
Miles de quiteños dependen de este sistema, sin embargo enfrenta denuncias por el estado de las paradas y la inseguridad. ¿Qué pasa con este servicio?
El Corredor Central-Norte es uno de los subsistemas de transporte más importantes de Quito, pero también uno de los más criticados. La troncal principal conecta La Marín con La Ofelia, y es una arteria clave para los usuarios que viajan diariamente entre el norte y el centro de la ciudad.
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No obstante, quienes lo usan con frecuencia coinciden en que hacerlo implica paciencia y precaución. “En horas pico, como hay mucha gente, se aprovechan para robar. También nos empujaron una vez y mi esposo, que es invidente, se cayó”, relató Carmen Heredia, usuaria del sistema.
Infraestructura obsoleta de las paradas
El deterioro de las estaciones, la señalética y la falta de mantenimiento son evidentes. Luis Haro, representante del consorcio que opera el sistema, admitió que las instalaciones y estructuras ya cumplieron su vida útil.
“El Corredor Central-Norte en 2023 generó una renovación de su flota, que debía ser acompañada de una adenda. Lamentablemente hubo un cambio de administración”, explicó.
Esa renovación requería estudios técnicos, económicos y jurídicos para modificar el contrato. “Cuando se iniciara la primera línea del Metro, debía haber una revisión del contrato”, añadió Haro.
Mesas de trabajo y cambios para el segundo semestre de 2025
Según Haro, se han establecido mesas de trabajo con la actual administración municipal, y se esperan resultados concretos en el segundo semestre de este año.

Entre las propuestas en análisis están:
- Establecer un pago por kilómetro recorrido.
- Incluir aportes municipales para servicios como limpieza, seguridad y recaudación electrónica.
Paradas peligrosas y presencia de indigentes
Uno de los puntos más críticos es la parada Consejo Provincial, ubicada en la calle Larrea, en el centro de Quito. Los usuarios denuncian que se ha transformado en un foco de inseguridad y abandono.
“Me he pegado unos sustos porque se llena de indigentes y hay gente que ha sido asaltada”, relató Maribel Gálvez, usuaria frecuente.
Haro reconoció que esa zona es conflictiva y que la presencia de personal de recaudación está limitada a ciertas horas, debido a los constantes ataques que han sufrido los trabajadores, incluso con armas blancas. “Son situaciones que no puede solucionar un guardia”, puntualizó.
Flota inadecuada: buses normales en lugar de articulados
Otro de los reclamos ciudadanos es que, pese a que el sistema requiere buses articulados con mayor capacidad, en 2023 se adquirieron buses convencionales, lo que ha reducido la eficiencia del servicio. "Obviamente se moviliza menos gente, a pesar de que sí van rápido", dijo otra usuaria.
Actualmente, el Corredor Central-Norte moviliza alrededor de 60.000 pasajeros al día, cifra que aumenta con los 136 buses alimentadores que salen desde la estación de La Ofelia hacia Calderón y más barrios del norte.

Pabel Muñoz: “Voy a poner mano dura con esto”
El alcalde Pabel Muñoz ha reconocido que la percepción ciudadana de mal servicio es real, y ha prometido tomar medidas firmes para mejorar el sistema. “Voy a poner mano dura con esto. Este servicio debe revisarse”, expresó.
Por su parte, Haro anunció que ya se han realizado algunas mejoras en paradas, y que en las próximas semanas se pondrá a prueba una unidad eléctrica, como parte de un plan piloto para evaluar la futura compra de una flota de buses articulados modernos.
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