Quito sigue empapelada con las rostros (desde casi todos los ángulos) de los candidatos que participaron en las elecciones generales de este año, a pesar de que la normativa obliga a las organizaciones políticas a retirar la propaganda electoral.

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EXTRA realizó un recorrido por la ciudad para constatar que el espacio público continúa plagado de pancartas. En el sur de la capital fue más evidente la presencia de Luisa González, excandidata presidencial. Decenas de postes lucen el color característico de la Revolución Ciudadana.

En barrios como Solanda esa fue la tónica. En otros sectores, como La Gatazo, ya se mezclan otros colores, como el rojo del Partido Socialista o el blanco de Construye, con afiches incluso de procesos electorales anteriores.

“Uno ya está acostumbrado a ver las caras de los políticos en todo lado, que se suman a los tallarines (cables colgados entre postes)”, dijo Luzmila Segovia, vecina de Solanda.

Más al norte, por la avenida América, los postes se tiñen de morado, color que representa a Acción Democrática Nacional (ADN), movimiento con el que llegó al poder el presidente de la República, Daniel Noboa. También se ven fotos con la sonrisa del jefe de Estado, así como algunos muñecos de cartón que están dentro de las viviendas.

¿Qué pasa si un partido político no retira su publicidad electoral?

La Agencia Metropolitana de Control (AMC) informó a EXTRA que desde el 30 de abril (fecha límite para el retiro de propaganda) hasta el 31 de mayo se realizaron inspecciones en la ciudad, para identificar el mobiliario urbano afectado y las organizaciones políticas responsables. Se espera que en los próximos días se emita el informe con estos detalles.

Gustavo Chiriboga, supervisor de la AMC, explicó que el retiro de la publicidad electoral “no es una cuestión de buena voluntad por parte de los partidos, sino una obligación legal”. Según el Código Municipal, no acatar estas disposiciones puede llevar a multas de entre 940 y 1.880 dólares.

Hasta ahora no hay sancionados, ya que la normativa exige una fase de investigación (actuación previa) y la presentación de descargos. Esto dará paso al inicio de los procedimientos sancionatorios, según la entidad.

El fin de semana, el concejal Wilson Merino tomó la iniciativa, junto a un grupo de jóvenes, de retirar algunas de las pancartas que generan contaminación visual. “Tristemente, los candidatos no han retirado toda su propaganda, y el Municipio ni controló ni sancionó”, denunció.

En mayo también presentó un proyecto de ordenanza que prohíbe toda publicidad en postes, puentes y árboles. “Cualquiera cree que puede pegar lo que quiera donde quiera. Cuando es época electoral, todo empeora”, lamentó.

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