Comprobado: las mujeres son menos corruptas que los hombres

Para iniciar este artículo Diario Extra replicó una pregunta del Banco Interamericano de Desarrollo (BID): “Si eligiéramos más mujeres en cargos públicos, ¿habría menos corrupción?”. Un lector nos contestó con una canción: “¡Por la plata baila el mono!”

Y, aunque popularmente se coincida en decir que “a todo se le puede poner un precio”, el sexo sí incide en que alguien pueda ser más o menos corrupto. Lo que fue comprobado por un estudio realizado en 2016 en Brasil por los académicos Fernanda Brollo y Ugo Troiano.

La pregunta de la que partieron y que es como llamaron a su publicación, aplica para cualquier país: ¿Qué pasa cuando una mujer gana las elecciones? Estos fueron algunos de los resultados, que dan respuesta a esa inquietud:

- Las alcaldesas contrataron entre un 10% y un 13% menos trabajadores temporales durante un año electoral, comparado con sus similares masculinos.

- Lo que dijeron las auditorías: los municipios gobernados por alcaldesas tiene entre un 29% y un 35% menos probabilidades de incurrir en conductas corruptas.

- La buena gestión: las alcaldesas lograron atraer un 60% más en transferencias del gobierno federal para inversión de capital de todo tipo.

- En contra: las alcaldesas recibieron entre un 30% y un 55% menos aportes para sus campañas. Tuvieron también 20 % menos probabilidades de ser reelegidas.

De esta manera lo resumió la investigadora Brollo para el BID, que no es la única entidad que se ha interesado en el tema de la corrupción.

Los políticos también la ventilan como su enemiga pública —un ejemplo local es Iván Espinel durante su candidatura presidencial— y también organizaciones internacionales como Transparencia Internacional que estudia este comportamiento en las funciones públicas año a año.

Para el 2017, Ecuador ocupó el puesto 117 en la percepción de corrupción para analistas y empresarios del país. El puntaje que sacamos fue de 32 y eso, para los indicadores de este balance, significa que nos acercamos a que sí existe corrupción y no, a que haya una ausencia de esta.

A pesar de lo que demuestran estudios como el aquí citado, nuestros lectores no confían en las mujeres siendo directivas y honestas a la vez. 62 % de quienes votaron consideran que la corrupción no terminaría con elegirlas.

Específicamente sobre Ecuador, Tarsicio Granizo, actual ministro del Ambiente, sugería en 2017 una forma para termina con este mal desde el portal GK: “Para acabar con esta cadena perversa hay que romper esta “cultura” de la “viveza criolla”, de quién es más ‘sapo’”