Las acciones de la Secretaría de Salud del Municipio de Quito frente a la pandemia han sido cuestionadas por algunos concejales.

En noviembre de 2020, la entidad reportó que se habían agotado las pruebas de detección de COVID-19 adquiridas al principio de la pandemia. No se han comprado más test.

“Han pasado siete meses y seguimos esperando”, dijo el edil Fernando Morales durante el último informe de la entidad ante el Concejo.

Ximena Abarca, principal de esta secretaría, dijo que el problema es que “la gente tiene mucho temor de firmar cualquier informe de necesidad o comisión técnica para comprar más pruebas”.

Por ahora, los pocos test que se han aplicado a los quiteños (la última semana solo 695) han sido posibles gracias a la colaboración con la Universidad Católica.

Según Linda Guamán, funcionaria de la Secretaría, aún se utilizan los remanentes de la primera adquisición, es decir los kits de extracción de ARN (9 dólares), mientras que la universidad usa el kit de PCR (que cuesta 25 dólares).

Esta precisión fue comunicada también a través de las redes sociales de la Secretaría.

NO HAY ATENCIÓN

A pesar de que los puntos de triaje en la ciudad fueron dispuestos para aliviar la atención de los hospitales en la urbe, que están colapsados, dejaron de funcionar esta semana.

Según la entidad, el personal que laboraba en estos sitios fue enviado a apoyar el proceso de vacunación a cargo del Ministerio de Salud. Volverán a abrir la próxima semana, aunque el cronograma de visita a barrios aún no está listo.

Por ahora solo están confirmados siete sitios fijos que continuarán atendiendo (ver infografía).

NUEVAS PRUEBAS

Aún existe la intención de comprar test, aunque esta vez se lo hará a través del Fondo Estratégico de la Organización Panamericana de Salud, según Abarca. Además, las pruebas que se han aplicado en el Municipio desde noviembre han sido parte de las donaciones de fundaciones como Bloomberg. “De esas tenemos 4.000 pruebas”, informó Guamán.