Creen que asesinos querían la plata de agricultores

Jofre Lino, Salinas
Carmen Camacho no encontraba consuelo tras la muerte de su hijo Luis Darío Camacho Ortiz, de 39 años, uno de los dos asesinados el sábado en un bar del barrio Pueblo Nuevo, en el cantón Salinas.
Su vástago era el sustento del hogar. “Tiene tres hijos y como todos los días trabajaba, les había prometido que el domingo (ayer) pasaría el día con ellos”, decía Carmen entre sollozos.
Camacho Ortiz laboraba como capataz de una hacienda agrícola. La progenitora presume que los delincuentes buscaban a su hijo para robarle: “Sin duda lo venían siguiendo, porque mi muchacho todos los sábados acudía al banco a retirar importantes sumas de dinero para cancelar la semana a los trabajadores.