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El cuerpo de la víctima presentaba al menos 5 heridas de arma blanca. Fue llevado a la morgue para la autopsia de ley.Tatiana Ortiz / EXTRA

¡Apuñalado en bodega donde guardaba material para sus salchipapas!

Un hombre fue encontrado sin vida en el sitio donde almacenaba los productos para su trabajo diario. Había sido apuñalado.

A Rogelio Rodríguez le llamó la atención ayer, martes 16 de julio, ver el puesto de salchipapas que su hermano Wímper Rodríguez Esparza tiene en los exteriores de la unidad educativa Isabel La Católica, del cantón Babahoyo, provincia de Los Ríos. Por ello decidió ir a buscarlo hasta su domicilio, pero jamás pensó encontrarlo muerto.

Wímper, de 59 años, fue asesinado de varias puñaladas y su hermano encontró el cuerpo dentro de la bodega de insumos que tenía para guardar las papas en su casa.

Rogelio narró que a su ingreso se percató de un charco de sangre y después su pequeño hijo le dijo: “papito, allá está mi tío”, señalando el cadáver que emanaba un hedor fétido.

El pariente pidió que llamen a la ambulancia pensando que estaba vivo, pero minutos después arribó al sitio la policía. Consternados quedaron los vecinos del barrio al enterarse de la noticia, pues lo describieron como un hombre tranquilo que solo se dedicaba a su negocio.

Era el único hermano de Rogelio y, según dijo, nunca tuvo esposa ni hijos. En la casa vivía solo, pero todos los días ellos iban porque Wímper le pedía de favor a su hermano que lo ayude a llevar los materiales para el negocio. La última vez que Rogelio lo vio fue la tarde del lunes, cuando lo dejó en la puerta de su casa.

Por ello se presume que la muerte se dio horas después, aunque no saben quién pudo hacerlo. Para sus deudos, Wímper no tenía enemigos y jamás lo vieron relacionado en algún problema, sin embargo, exigieron se haga justicia con el fin de saber quién fue el causante del crimen.

El capitán Walter Castillo, de la Unidad de Criminalística, informó que la víctima tenía más de cinco heridas de arma blanca en tórax, rostro y extremidades. Además, declaró que el área no había sido revuelta y aparentemente todo estaba en orden. Como indicio los agentes levantaron un teléfono celular y una prenda de vestir que fue hallada cerca al cuerpo.

Silvia Guerra, allegada a la familia, declaró que el difunto tenía dinero guardado y alhajas de valor, por lo que se revisaría el inmueble para ver si es que se trata de un robo.