“Aguanta Yajaira, hazlo por tus hijas”, eran los gritos de aliento de Paola Vera para Yajaira Quiroz Sánchez, una joven de 22 años que yacía tirada en medio de la vía Guayaquil-Salinas, en las inmediaciones de la población de Buenos Aires.

Quiroz Sánchez agonizaba tras recibir una puñalada por la espalda que, según las investigaciones, le habría propinado su conviviente Claudio Véliz, conocido como Negro, luego de una discusión mantenida en su vivienda, ubicada a un costado de la carretera.

En su intento de huir, la chica salió corriendo del inmueble, pero al parecer el sujeto la persiguió para atacarla antes de que pasara la calle. Detrás de la pareja también corrió Flor Sánchez, madre de Yajaira, para intentar defenderla, pero también recibió una puñalada en el pecho.

Vera, entre sollozos, narró que la agonía de Yajaira duró aproximadamente cinco minutos. Ella levantaba la mirada a cada instante, como implorando a Dios que la salvara, pero lentamente las fuerzas se le terminaron y murió.

El conductor de un vehículo que en ese momento pasó por el sitio ayudó a colocar el cuerpo en la línea central de seguridad de la vía, para evitar que sea arrollada. Además, el desconocido trasladó a Flor al hospital Liborio Panchana.

“Fueron momentos terribles, todos gritábamos pidiendo auxilio, mientras el cobarde huía hacia la montaña, adentro de Villingota”, relató Vera, quien no paraba de temblar ante lo ocurrido.

Los pobladores de Buenos Aires se mostraron asombrados por la tragedia. “La señora había ido a dejar a sus niñas a la escuela y, cuando regresó, inició la pelea en la cocina de la casa”, señaló Liliana Montalván, una de las habitantes del lugar.

Según testigos, las peleas de la pareja no eran nuevas. El pasado domingo se registró una y ese día los vecinos llamaron a la policía. Los gendarmes le habían advertido al sujeto que si se acercaba a ella lo detendrían.

Rito para encontrarlo

Julio, hermano de Yajaira, fue uno de los primeros en llegar a la escena del crimen. El joven se postró junto al cadáver de su ñaña pidiendo justicia y que la policía encuentre al culpable del hecho.

El deudo pidió que el cuerpo se mantenga boca abajo e hizo un lazo con una piola en uno de los dedos del pie de la difunta. Según sus creencias, con el ritual el asesino no avanzará muy lejos y tendrá que regresar.

Nuncio le dio la bendición

Una escena que dejó impávidos a los presentes fue cuando monseñor Andrés Carrascosa, nuncio apostólico que representa al papa Francisco en el Ecuador, hizo un alto al retornar a Guayaquil para bajarse del vehículo y acudir hasta el cuerpo de Yajaira, orar por ella y darle la santa bendición.

Búsqueda del sospechoso

Edwin Noguera, jefe provincial de la Policía en Santa Elena, dispuso una intensa búsqueda por tierra y aire para localizar a Claudio Véliz Cuzme. Hasta el cierre de esta edición, el operativo para encontrarlo continuaba.