Vientos de cambio soplan en uno de los países más controversiales, políticamente hablando, del mundo. Esta nación tuvo al mando por casi 49 años a una misma persona en el poder y no hubo quien le pudiese arrebatar su lugar como presidente.

Cuba se apresta a posesionar a Miguel Díaz-Canel como el nuevo primer mandatario de la isla del ‘eterno’ comandante Fidel Castro y de su actual gobernante Raúl Castro.

Este sería un hecho histórico para el país centroamericano, luego de que Fidel permaneció en el gobierno desde el 2 de diciembre de 1976 hasta el 24 de febrero de 2008 y luego su hermano Raúl lo releve hasta la actualidad.

Este último lo sustituyó interinamente por los problemas de salud de Fidel (31 de julio de 2006), para luego ser electo por la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, como el 23er presidente de Cuba.

Sin embargo ahora será el turno del actual número dos del gobierno y militante del Partido Comunista de Cuba (PCC), quien se alista para suceder a Raúl Castro como mandatario, un relevo que dará paso a una nueva generación dentro de la política en la isla.

A continuación revisa los 5 puntos claves para entender la situación política actual de Cuba:

La salud de Fidel influyó en el cambio

Tras el triunfo de la revolución en 1959 y la elección de Fidel Castro como presidente en 1976, Cuba solo ha tenido una transición real, cuando en 2006 este enfermó y le pasó el mando a su hermano menor.

Tras la muerte de Fidel Castro el 25 de noviembre de 2016, ahora será su hermano Raúl, de 86 años, quien cederá su asiento a un representante de la nueva generación en la isla.

Relaciones congeladas con EE.UU.

Díaz-Canel continuará con las reformas económicas iniciadas por su antecesor, y conducirá la política en la isla frente a la agudización del embargo de Estados Unidos, vigente desde 1960, y el retorno de EE.UU. a un lenguaje que, para La Habana, rememora a la Guerra Fría.

En 2015 Cuba y Estados Unidos retomaron relaciones diplomáticas tras medio siglo de ruptura, y al año siguiente Barack Obama visitó la isla. Sin embargo, la llegada de Donald Trump detuvo ese acercamiento.

Sin apellido Castro, ni uniforme

Díaz-Canel será el primer presidente de Cuba que en casi 60 años no se apellidará Castro y que no llevará uniforme militar como lo hicieron tradicionalmente Fidel y Raul.

Encabezará así el relevo generacional prometido por su antecesor, en una sucesión minuciosamente diseñada y cuyo objetivo es asegurar la supervivencia del sistema socialista cubano.

Fiel a sus maestros

En sus intervenciones públicas, Díaz-Canel ha exhibido un discurso fiel a la ortodoxia revolucionaria, con continuas referencias de lealtad a Fidel y Raúl Castro y a la generación histórica de la isla.

Como su mentor, Díaz-Canel no es amigo de prodigarse ante los medios y menos ante los internacionales, pese a que ha hablado en varias ocasiones de acabar con el secretismo de las fuentes informativas y ha admitido limitaciones en los medios cubanos (todos estatales).

Planteamiento para el cambio de mando

El planteamiento de cambio de mando, fue sometido este miércoles 18 de abril al voto del pleno de la Asamblea Nacional de 605 diputados.

El mismo fue presentado por la Comisión Electoral Nacional al Parlamento de Cuba con la candidatura oficial de Díaz-Canel a la Presidencia de la isla, junto a los aspirantes para conformar el nuevo Consejo de Estado, máximo órgano de Gobierno del país.

Tras la votación, la sesión culminó y se reanudará este jueves 19 de abril, donde se informará el resultado que se prevé culmine sin mayores novedades en la designación de Díaz-Canel como nuevo mandatario de Cuba.