Actualidad
Cubanos en Quito reaccionaron ante la caída de la ley “pies secos, pies mojados”
No todos ven a Trump como una nueva amenaza.

No todos ven a Trump como una nueva amenaza.
A los cubanos residentes en el Ecuador les cayó como “un balde de agua fría” la decisión del gobierno de Estados Unidos de eliminar la ley “pies secos, pies mojados” que les abría una puerta para ingresar a ese país. En el sector de La Florida, en el norte de Quito, hay cada vez menos isleños, en relación a meses anteriores. Los pocos que quedan se dieron tiempo para hablar de las dificultades migratorias que atraviesan sus compatriotas.
Con algo de temor y bajo la condición de no ser fotografiados accedieron a hablar con EXTRA. Martha es enfermera y lleva dos años en Ecuador. Tiene la intención de quedarse a vivir en el país, junto a su pareja, también un hombre cubano.
Ella ve que los ciudadanos de su país tienen un problema doble. “Con la llegada de Donald Trump estamos preocupados no solo los cubanos, sino los latinos en general, porque ha manifestado más controles a la migración”.
A eso, se suma la decisión del presidente Barack Obama de eliminar la ley que entregaba beneficios a los ciudadanos cubanos que lograban pisar territorio estadounidense. Desde ahora, serán tratados como cualquier persona que ingrese a ese país de forma ilegal.
Pero no todos ven a Trump como una nueva amenaza. Por el contrario, creen que la llegada del magnate al poder podría beneficiar sus intenciones de emigrar y buscar lo que llaman “el sueño americano”.
Omar, por ejemplo, llegó a Ecuador hace seis años. Consiguió hace poco un trabajo como guardia de seguridad y entre sus planes no está viajar a otro lugar. Su familia llegó a Estados Unidos en balsas y tiene amigos que quieren viajar de la misma forma.
“Estoy seguro que Trump va a tumbar esa ley. Él no tiene problemas con los cubanos, él se opone al gobierno de Cuba. Nos va a ayudar porque los cubanos le dieron los votos en La Florida (EE.UU)”, aseguró a este Diario.
Mientras esto sucede, los cubanos que piensan establecerse en Ecuador, también piden ser regularizados. Dicen que la falta de documentos legales les impide laborar o, cuando consiguen un trabajo, son explotados.