No hay sol que caliente, ni canelazo que abrigue. El cuerpo se estremece, tiembla y tirita de frío con la temperatura de 7 grados centígrados que se registra en Cuenca y en el Azuay. Al frío lo acompañan lloviznas tenues y perennes que obliga a los cuencanos a usar ropa gruesa y abrigada. La mañana de este lunes 18 de junio, la temperatura bajó a los 6 grados —dos grados menos que el domingo—; fenómeno natural similar al registrado en junio del 2016.

Las gorras, los guantes de lana, bufandas y paraguas, son los ropajes que los azuayos están usando desde la mañana del domingo 17 de junio para paliar el frío intenso.

Según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMHI), las temperaturas bajas persistirán por unas dos semanas más, donde las mínimas serán de entre 6 y 7 grados, con una sensación térmica de 4 y 5 grados; y, las máximas, no mayores a los 14 y 15 grados centígrados. Igual pronóstico entrega el departamento de meteorología de la empresa Municipal ETAPA.

Isabel Cuzco, vendedora de periódicos en el centro de la ciudad —vistiendo una casaca negra muy gruesa, una gorra y cubriendo sus piernas con una frazada— atino en señalar que no aguanta el frío, “la obligación del trabajo me tiene en la calle, sino me hubiera quedado en la cama, abrigadita”, expresó sin dejar de tiritar.

Estala Ñauta, madrugó con unos guantes negros, una gorra de lana y una chalina, “solo la necesidad me hace salir de la casa”, dijo al señalar que “no hay de otra, hay que cumplir con el trabajo diario”.

El INAMHI señala que el clima se caracterizará por la presencia de lluvias de intensidad variable y temperaturas bajas en todo el callejón interandino.

Ante el fenómeno natural, el médico en medicina general, Jorge Martínez, a más de recomendar el uso de ropa apropiada pide mucho cuidado con niños y adultos mayores, puesto que es el grupo vulnerable a los resfríos. En caso de resfrío aconseja tomar vitamina C y acudir al médico para evitar que se transforme en gripe.