Las calles Sucre entre Pedro Carbo, Chile y Chimborazo revivirá su pasado comercial con un giro contemporáneo durante el Corredor Multicultural Asiático, proyecto que resignifica espacios públicos a través del patrimonio inmaterial. Mientras grupos folclóricos interpretan leyendas milenarias con vestuarios típicos de Guangdong, chefs demostrarán técnicas adaptadas a ingredientes ecuatorianos.

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Esta simbiosis refleja cómo Guayaquil ha integrado a la comunidad china en su ADN multicultural, generando nuevos atractivos para el turismo experiencial. Detrás del colorido espectáculo, el evento es una apuesta estratégica, el cierre vial temporal avalado por el Municipio de Guayaquil, incluirá circuitos accesibles y estaciones interactivas con expectativas de 15,000 visitantes.

El evento, coordinado por el Comité Barrio Chino con el apoyo del municipio revive una de las celebraciones más ancestrales de la cultura china: el "Festival del Medio Año", arraigado en rituales agrícolas milenarios que honran la cosecha y la unidad familiar bajo la luna llena.

Esta iniciativa no solo preserva tradiciones migratorias con más de un siglo de historia en Ecuador, sino que también impulsa un proyecto urbano innovador, el cual consiste en convertir el casco histórico guayaquileño en un distrito multicultural donde el patrimonio vivo active circuitos turísticos alternativos.

El recorrido ofrecerá una inmersión en capas, desde stands con medicina ancestral china (como ventosas y acupuntura demostrativa) hasta talleres de nudos de la suerte abiertos a niños. Los 20 emprendedores participantes de ZUMAR y Épico los cuales fueron seleccionados por su innovación en técnicas sostenibles representan otro pilar clave de la economía de Guayaquil durante el Corredor Asiático.

El operativo de seguridad diseñado para el evento establece nuevos estándares para actividades masivas en el centro de la ciudad. Además de los 20 agentes municipales asignados, se implementará un sistema de monitoreo con cámaras de alta definición, dos unidades tácticas de respuesta rápida y un equipo médico preparado para atender eventualidades.

La Autoridad de Tránsito y Movilidad (ATM) contribuirá con señalización especial y agentes reguladores para minimizar el impacto del cierre vial en la circulación metropolitana. Este modelo de seguridad colaborativa, que integra tecnología y presencia humana, servirá como piloto para futuros eventos de similar envergadura en la urbe porteña.

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