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¡Curiosidad casi la lleva a la tumba!
La alumna consumió una pastilla que solo se adquiere con prescripción médica y fue directo a un hospital. La persona que se la vendió presuntamente es un compañero de clases.
La joven reveló a su mamá el motivo que tuvo para consumir la sustancia.
La curiosidad por probar una supuesta sustancia, que le habría vendido un compañero de salón de clases, por poco le cuesta la vida a una alumna de un colegio del noroeste de Guayaquil. A la joven de 16 años y estudiante del primer año de bachillerato la llamaremos Karen.
El pasado jueves, Karen fue llevada de urgencia hasta una casa de salud de la ciudad, porque ingirió una sustancia conocida entre sus compañeros como ‘pepa’, aseguró su progenitora.
La madre de la afectada contó a EXTRA que el medicamento que su hija tomó es adquirido solo bajo prescripción médica y que ocasiona problemas de respiración graves que pueden ocasionar la muerte.
“El médico que atendió a mi hija dijo que esta es utilizada en personas que padecen trastornos mentales, pero que por sus efectos sedantes también la usan los delincuentes para dormir a las personas y robarle. A ella le pudo haber dado un infarto”, sostuvo la progenitora.
La señora relató que a las 15:00 del jueves acudió junto a su esposo hasta el establecimiento donde estudia la quinta de sus seis hijos, porque la iban a llevar a una consulta médica por un hernia umbilical por la que va a ser operada.
Mas, al llegar al colegio la inspectora les dijo: “creo que su hija está embarazada, porque está en el baño vomitando”.
El comentario de la docente perturbó a la madre, quien al voltear observó que Karen era ayudada por dos compañeros. “Sudaba demasiado y parecía que se iba a desmayar. No se podía poner de pie”, explicó la progenitora.
La chica fue llevada a una casa de salud, donde le hicieron una valoración médica y colocaron un suero. Ya restablecida la muchacha reveló a su progenitora que ingirió la pastilla por curiosidad, pues un día antes había observado que cinco compañeros, tres chicas y dos varones, tomaron una bebida a la que le habían colocado el medicamento.
“Mi hija me dijo que un compañero es quien vende la pastilla en el aula, y que ella luego de comprarla se la metió a la boca y esta se disolvió, pero como no le gustó el sabor tomó agua”, manifestó.
Según contó la alumna a su mamá la persona que le vendió el fármaco le dijo: “no va a pasar nada, tómatela”.
Sin embargo, la progenitora manifestó que su hija ya no quiere volver al colegio y que llorando le ha pedido que la cambie de plantel. “No quiere comer, le duele la cabeza anda con mareo”, explicó.
A la preocupación de la madre se suma el hecho, de que con frecuencia en los exteriores del colegio suelen haber personas amontonadas, muchas de ellas consumiendo sustancias o incentivando a los estudiantes a que lo hagan”, aseguró.
La señora además aseguró que su hija no es el primer caso que se presenta en el plantel, pero que nadie se atreve a denunciar por temor a represalias.