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Curiosidades de la Batalla de Pichincha que quizás no conocías
La Batalla de Pichincha fue un enfrentamiento decisivo para la libertad del Ecuador, librado en 1822 en las faldas del volcán que lleva su nombre
Cada año, el 24 de mayo se convierte en una jornada de conmemoración cívica en Ecuador. La fecha está asociada a la Batalla de Pichincha, acontecimiento que marcó el fin del dominio colonial español y el inicio de la vida republicana del país. Por su relevancia histórica, este día está incluido entre los feriados nacionales no recuperables, lo que implica que las actividades laborales y escolares se suspenden a nivel nacional.
Este 2025, Ecuador conmemora 203 años de ese episodio clave, en el que las fuerzas independentistas lograron una victoria decisiva en las faldas del volcán Pichincha, en las inmediaciones de Quito. La fecha no solo tiene un valor simbólico, sino que también representa el punto de partida formal del proceso republicano ecuatoriano.
Una batalla que selló la independencia
El 24 de mayo de 1822, las tropas lideradas por el Mariscal Antonio José de Sucre derrotaron al ejército realista comandado por Melchor Aymerich. El combate se desarrolló a más de 3.000 metros de altitud, en lo que actualmente corresponde al barrio Cima de la Libertad, en el occidente de Quito.
Tras una noche de desplazamiento sigiloso desde el valle, las fuerzas patriotas enfrentaron a los realistas en una batalla que inició alrededor de las 9 de la mañana y se prolongó por varias horas. A pesar de las bajas y las duras condiciones del terreno, la victoria patriota fue proclamada al mediodía, cuando los soldados alcanzaron la cima y consolidaron el control.
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Este triunfo permitió la liberación de Quito y su incorporación a la Gran Colombia. La fecha quedó registrada como uno de los momentos más significativos en el camino hacia la independencia definitiva del actual Ecuador.

1. Sucre preparó a sus tropas durante meses
El ejército patriota inició su marcha desde Guayaquil en diciembre de 1821. A lo largo de cuatro meses, atravesaron zonas costeras y andinas (como Machala y Cuenca) en un recorrido que sirvió, además, como entrenamiento estratégico frente a las duras condiciones de altitud en la Sierra.
2. Simón Bolívar no estuvo presente
Contrario a la creencia popular, el Libertador Simón Bolívar no participó en la Batalla de Pichincha. En ese momento, se encontraba en la región de Pasto, en el sur de lo que hoy es Colombia, cercado por tropas realistas. Recién en junio de 1822 llegaría a Quito.

3. No fue una batalla librada por caballería
El accidentado terreno del volcán Pichincha imposibilitó el uso de caballos. Por ello, el enfrentamiento se libró exclusivamente entre soldados a pie, lo que desmiente representaciones artísticas que muestran unidades montadas en combate.
4. La participación de las mujeres
La presencia de mujeres que acompañaron a los soldados en calidad de cuidadoras, portadoras de suministros o incluso como combatientes disfrazadas de hombres para unirse a la batalla. Tres de ellas (Nicolasa Jurado, Inés Jiménez y Gertrudis Esparza) fueron reconocidas por el propio Sucre tras combatir bajo identidades masculinas: Manuel Jurado, Manuel Jiménez y Manuel Esparza, respectivamente.

5. El pueblo quiteño fue testigo del enfrentamiento.
La cercanía del campo de batalla con la ciudad permitió que los habitantes de Quito observaran el desarrollo del combate desde sus casas y plazas. Desde allí, con temor e incertidumbre, presenciaron un capítulo decisivo en la historia nacional.
Una fecha conmemorativa para la memoria histórica
El 24 de mayo no solo representa una fecha de descanso nacional, sino también una oportunidad para recordar y reflexionar sobre los eventos que permitieron la formación de la nación ecuatoriana. La Batalla de Pichincha no fue un hecho aislado, sino el resultado de un largo proceso que se inició con el Primer Grito de Independencia del 10 de agosto de 1809 y culminó con la consolidación de la república.
El legado de este episodio se mantiene vivo en actos cívicos, ceremonias militares y recorridos históricos que cada año se realizan en Quito y otras ciudades del país.
Si bien el feriado del 24 de mayo brinda un espacio para el descanso, su verdadero valor radica en mantener viva la memoria de quienes participaron en el proceso independentista. La gesta liderada por Sucre, las contribuciones invisibilizadas de mujeres como las guarichas y la participación popular en la lucha por la libertad son elementos esenciales de la identidad ecuatoriana.
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