La exhibición de los rostros de los jueces de la Corte Constitucional en una valla publicitaria, colocada durante la marcha pacífica convocada por el presidente Daniel Noboa, desató una ola de críticas hacia el mandatario.

La acción evocó las estrategias del expresidente Rafael Correa, quien en sus enlaces ciudadanos -conocidos como “sabatinas”- señalaba públicamente a opositores políticos.

“No vamos a permitir que el cambio se quede estancado por nueve personas que ni siquiera dan la cara, que buscan esconder sus nombres y sus caras ante la sociedad”, afirmó Noboa durante la movilización.

El señalamiento se produjo luego de que la Sala de Admisiones de la Corte aceptara a trámite tres demandas que buscan suspender provisionalmente 47 artículos de leyes recientemente aprobadas.

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Entre las reformas cuestionadas figuran disposiciones relacionadas con el conflicto armado interno, el nuevo Sistema Nacional de Inteligencia, así como cambios en la contratación pública y el servicio civil.

La Corte determinó que las demandas cumplen con los requisitos establecidos en el artículo 84 de la Ley de Garantías Jurisdiccionales.

Tres analistas políticos -Felipe Burbano, César Febres-Cordero y Andrés Jaramillo- coincidieron en que Noboa recurre a “viejas prácticas de intimidación política” similares a las usadas por Correa.

“El Gobierno quiere generar antagonismos políticos para construir su legitimidad. Es decir, consolidar su fortaleza e identidad popular presentando a la Corte como enemigo. De igual manera lo hacía Correa en sus cadenas sabatinas”, sostuvo Burbano, para quien esta estrategia “debilita la institucionalidad” y refleja “la actitud de un pequeño caudillo autoritario que no entiende la complejidad del juego democrático”.

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Febres-Cordero consideró que Noboa intenta “arrastrar a los jueces de la Corte al fango del debate directo, con nombres y apellidos, cuando ellos han sido cautos y no han dado declaraciones”. A su juicio, esta intención de “controlar todos los poderes” se repite en la historia política del país.

En la misma línea, Jaramillo señaló que la estrategia del Ejecutivo busca “crear un héroe (Noboa), un enemigo (la Corte) y una amenaza social (la inseguridad), en una trama que tuvo como clímax la marcha”.

Recordó que enfrentamientos con las cortes no son nuevos: “Lo que hizo Noboa también lo hicieron Correa y Lucio Gutiérrez, quienes mantuvieron conflictos con la Corte Suprema de Justicia y otras entidades del orden constitucional”.

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