En un explosivo testimonio ante la Asamblea Nacional, Daniel Salcedo destapó el 17 de julio de 2025 una compleja red de corrupción que involucra a exfuncionarios y empresarios en la manipulación de contratos hospitalarios, revelando un sistema institucional descompuesto.

En una declaración sin precedentes ante la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional, Daniel Salcedo destapó este 17 de julio de 2025, un entramado de corrupción sistémica que, según su testimonio, involucra a altos funcionarios, exautoridades, empresarios y operadores políticos ecuatorianos.

Salcedo relató cómo, a lo largo de más de una década, tejió alianzas con personajes como Javier Jordán para manipular procesos de contratación en hospitales públicos, diseñando “términos de referencia” a la medida de sus propias empresas y garantizando adjudicaciones millonarias mediante artimañas técnicas.

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Más allá de los fríos números, su confesión tuvo momentos de tensión al mencionar amenazas de muerte, intentos de silenciarlo mediante atentados, y el financiamiento de crímenes de alto impacto, incluido el asesinato del periodista y candidato presidencial Fernando Villavicencio, en 2023. 

Salcedo aseguró que, por orden de actores que se remontan hasta el gobierno de Lenín Moreno, se desvió “dinero cochino” de la salud para sostener campañas políticas y actividades delictivas, y que él mismo fue víctima de esa red al ser blanco de balazos y estocadas, como el atentado sufrido recientemente en prisión en el que su hermano por poco pierde la vida al protegerlo.

Con la firme promesa de aportar contratos, comprobantes de pago y documentos para sustentar sus afirmaciones, Salcedo podría aportar al interés de la comisión de fiscalización de intervenir el sistema de salud pública ecuatoriano.

Los nombres que mencionó Salcedo

Xavier Jordán: 

• Amigo personal y socio en el negocio de la contratación pública desde 2015.
• Propietario de la vivienda en “Aires de Batán” donde antes vivió Leandro Norero.
• Socio clave en la manipulación de términos de referencia para favorecer ofertas específicas.

Leandro Norero:

• Mentor inicial: su antigua residencia fue ocupada luego por Jordán. 
• Presunto vínculo en redes de amistad carcelaria que Salcedo aprovechó para “sobrevivir”.

Fernando Villavicencio:

• Periodista y político asesinado; según Salcedo, su homicidio fue financiado con “dinero de los hospitales”.
• Objetivo de la mafia de la contratación pública al “darles duro” a sus intereses.

Ronny Aleaga, Pablo Mendoza y Leonardo Cortazar:

• Integrantes del mismo “equipo” con Jordán y Salcedo, implicados en la estructura de corrupción.
• Mendoza y Cortazar mencionados como beneficiarios de empresas fachada.

Roberto Bunces:

• Presentó a Salcedo a Aquiles Álvarez para gestionar “régimen especial” en las contrataciones.

Aquiles Álvarez:

• Identificado como colaborador de Bunces; en la época no era aún alcalde de Guayaquil.
• Responsable, según Salcedo, de “Casa Bunses”, la firma a través de la cual se canalizaban contratos.

Denise Echeverría:

• Socia de Pablo Mendoza y beneficiaria de adjudicaciones en hospitales.

Alexánder Lara:

• “El esposo de la rusa”, vinculado a contratos públicos favorecidos.

Carlos Vargas:

• Exjefe de la Unidad Requiriente, señalado como determinante de procesos amañados para Jordán.
• Nombrado posteriormente como gerente de un hospital, según la declaración.

Juan Carlos Gómez y Juan Pablo Jaramillo:

• Operadores de Jordán: Gómez, colombiano fallecido y Jaramillo, encargados de ejecutar los pagos para financiar campañas.

Naim Massuh:

• Integrante del grupo al que se atribuye el financiamiento del asesinato de Villavicencio y el atentado contra Salcedo.

Boscan y “Pepe”:

• Mencionados de forma colateral: Boscan como autor de difamaciones sobre la orientación sexual de Salcedo, y “Pepe” como enlace en la amenaza de muerte.

Lenín Moreno:

• Expresidente de la República: acusado de haber ordenado –vía Salcedo– la manipulación de contrataciones desde el inicio de su gestión.

Así ocurría la corrupción en hospitales, según Salcedo

Salcedo explicó que el mecanismo para amañar contrataciones consistía en modificar los términos de referencia generados por las unidades requirentes (enfermería, traumatología, etc.) para diseñar especificaciones técnicas que solo una oferta pudiera cumplir “tres gotitas de limón” en las botellas de agua, por ejemplo. 

De esta forma, evitaban comisiones técnicas y garantizaban la adjudicación directa de millonarios contratos en hospitales de todo el país.

Además, relató que todo el esquema de sobornos y “amarres” servía para financiar no solo aliados políticos -entre ellos el Partido de Revolución Ciudadana- sino también actividades delictivas, llegando incluso a ordenar y pagar el asesinato de quien osara “tocarles el bolsillo”.

Salcedo pidió un plazo de 10 días para entregar a la Comisión de Fiscalización todas las evidencias que demuestran cómo y por qué ganó cada empresa. Según él, su testimonio busca destapar “la verdadera génesis” de la corrupción en el sistema de salud ecuatoriano y las conexiones que, según afirma, han llegado a “poner precio” a su propia cabeza.

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