David Proaño preguntaba a sus vecinos, en el sector de Reino de Quito, sur de la ciudad, si escucharon algo la madrugada del viernes 16 de junio, cuando asesinaron a su tío Eduardo Cevallos.

(Lea también: ¿Nuevo caso de 'resurrección'?, aseguran que hombre respiró durante su velorio en Manta )

Lo único que sabía el joven era que lo mataron a golpes por querer robarle.

Recorrió una calle adoquinada en la que todavía permanecían las cintas que utilizó la policía para evitar que las personas ingresen a la escena del crimen. También había restos de sangre de su pariente, a quien conocían como Pocho.

Proaño vio que una casa tenía cámaras de seguridad y llamó al propietario para que le facilitara las grabaciones. José Tasinchano le explicó que los artefactos no estaban conectados, pero le contó lo que había visto.

Eran las 02:00 y Pocho estaba bebiendo con otro hombre. De pronto, cuatro jóvenes salieron de la maleza y los persiguieron. Les arrojaron al suelo y los golpearon, mientras les quitaban las pertenencias.

El amigo de Pocho logró huir, pero él no. “Le acabaron a golpes. No le dieron chance a nada”, aseguró Tasinchano.

La policía está buscando a los sujetos que cometieron el crimen.