El hallazgo de cuatro cuerpos dentro de una vivienda en una vivienda de la cooperativa Nueva Frontera, en el sector de Nueva Prosperina, en el noroeste de Guayaquil, no solo ha causado alarma, sino profunda conmoción por las circunstancias en las que fueron encontrados. Las víctimas no murieron por impactos de bala ni por heridas de arma blanca, sino por asfixia.

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Una fuente policial que estuvo presente en el sitio del crimen relató cómo fueron hallados los cadáveres de tres hombres y una mujer.

“El lugar donde los encontraron no era una cisterna, sino una fosa construida por delincuentes para encerrar a personas secuestradas. Una fosa así nunca se había visto en Ecuador. Era como una alcantarilla, de aproximadamente un metro noventa de profundidad. Al parecer, llevaban menos de 24 horas de fallecidos. Murieron por sofocación, recién se les acabó el oxígeno. No estaban en estado de descomposición. Parecía una escena sacada de una película de narcotraficantes, una película de horror… una mentalidad de locos. Estaban torturados”, explicó el agente, visiblemente afectado por el hallazgo.

Por su parte, una fuente policial de alto rango indicó que las labores investigativas en el inmueble comenzaron la noche del jueves 5 de junio, cuando, mediante trabajos de inteligencia, la Policía ubicó la vivienda donde se presumía que había personas secuestradas.

“Los levantamientos se realizaron en la madrugada, pero el operativo empezó desde la noche. Intervinieron unidades élite como el GIR (Grupo de Itervención y Rescate), por lo complejo de la zona, además de agentes de la Unase (Unidad Antisecuestro de la Policñia), que lideraba la investigación”, explicó el oficial.

Según información recabada por este Diario, el pasado 29 de mayo de 2025, en el sector de Martha de Roldós, fue secuestrada una ciudadana de nacionalidad china, propietaria de un local comercial. Este hecho motivó el inicio de seguimientos policiales con el objetivo de ubicar a posibles víctimas de secuestro, lo que finalmente llevó al hallazgo de los cuatro cadáveres.

La extranjera fue identificada como Guo Xiudan, de 36 años. Los otros tres fallecidos eran comerciantes ecuatorianos.

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