Gorka Moreno, Guayaquil
La suspensión provisional terminó en destitución. Como intuía, Juan Carlos Vizuete, magistrado de la Unidad Judicial Penal Sur-Valdivia que dirigió la instrucción del caso Termocuna, ya no podrá ejercer su profesión.

El pasado jueves recibió la resolución del Consejo de la Judicatura (CJ). Era el punto y final al sumario administrativo abierto en su contra el pasado 10 de diciembre, el mismo día en que Vizuete denunció supuestas “presiones, amenazas e injerencias” de presuntos funcionarios judiciales para que “liberase” a dos médicos cubanos. Los doctores figuran entre los procesados por la muerte de un neonato, fruto de las quemaduras sufridas durante su traslado en una incubadora desde el hospital Federico Bolaños de Milagro a Guayaquil.

A juicio del magistrado, su falta de “obediencia” había propiciado el expediente. Pero Luis Rada, director provincial del CJ, alegó en una entrevista, publicada por este diario el pasado día 20, que no existía ninguna relación entre “el caso Termocuna y el sumario”.

En concreto, este no se centraba en el proceso del bebé, sino en otra causa que le habían asignado “a través de un sorteo”, referente a una reparcelación de solares aprobada por el Municipio de Milagro, que preside Denisse Robles (AlianzaPAIS).

ARGUMENTACIÓN

El pleno del CJ, por unanimidad, cree probado que Vizuete cometió “una manifiesta negligencia y un error inexcusable” al decretar varias medidas cautelares y que debió declararse incompetente. El motivo: que los bienes se ubicaban en dicho cantón, no en Guayaquil, donde operaba el juez. Así lo recoge la resolución, a la que accedió EXTRA.

Entre las medidas cautelares figuraba un requerimiento al registrador de la propiedad para que se abstuviera de inscribir la resolución municipal y esta quedara en suspenso hasta que otro magistrado resolviera el recurso de una empresa.