Miembros del Ejército tuvieron que intervenir para recuperar las instalaciones de la Contraloría en donde un medio centenar de manifestantes, la mayoría encapuchados, ingresó violentamente y le prendió fuego a la entidad.

El humo se pudo divisar desde distintos puntos de la ciudad. Las cámaras de vídeovigilancia de la institución mostraron las actuaciones de los delincuentes que destrozaron muebles, rompieron vidrios y ocasionaron pérdidas que todavía no se pueden cuantificar.

La ministra del Interior María Paula Romo informó en su cuenta Twitter que al menos 30 personas fueron detenidas. En su poder se encontró material explosivo, botellas con gasolina, piedras y otros objetos. Ellos provocaron fuego en el cuarto, quinto y sexto piso del organismo de control que se encarga de auditar a los funcionarios públicos y que ha establecido indicios de responsabilidad en contra de una buena parte de funcionarios del gobierno anterior, a la cabeza el expresidente Rafael Correa.

Los manifestantes violentos se tomaron completamente el control de las instalaciones de la Contraloría General según informó desde la institución. Ocurrió mientras la Policía salió a la calle a controlar a unos manifestantes que ocasionaban desmanes, situación que fue aprovechada por otro grupo para tomarse totalmente el edificio.

El organismo informó que la mayoría de documentos que pudieran interesar a los protestantes ya esta a buen recaudo. Eso tiene que ver no solo con lo que ya ha salido, sino lo que estaba en proceso. Los informes de Contraloría se sustentan en pruebas documentales pero los auditores habían puesto a buen recaudo una buena parte de la documentación. Cuando concluya la protesta habrá una valoración de los daños que los delincuentes ocasionaron, se indicó.

Este es el segundo ingreso violento a esa institución. Por el primero registrado la semana pasada el contralor Pablo Celi presentó una denuncia en la Fiscalía. Existen al menos cinco personas investigadas.