Como algo sorprendente y un récord en la provincia de El Oro han catalogado las autoridades policiales la captura de Vicente Alfredo Arellano González, de 59 años de edad, quien registra un amplio historial delictivo. Su última detención fue el último fin de semana por hurto, completando así 58 aprehensiones, las dos últimas en menos de 24 horas.

En el primer caso, fue liberado por que “las contravenciones no se configuran si no se ejecutan”, según mencionó el juez Fernando Ortega Cevallos, quien ordenó al ciudadano se disculpe públicamente con la víctima para ser puesto en inmediata libertad.

Esto ocurrió la tarde del viernes 30 de agosto. El segundo caso fue el 31 al ser detenido por el delito de hurto, pues se lo acusa de haberse sustraído la cartera de una ciudadana que se encontraba en una campaña de donación de sangre, realizada en el parque central de Machala.

Según el informe policial, el hombre junto a Gloria Esperanza Uchuari, cometieron el delito por lo que fueron aprehendidos. Las víctimas, quienes pusieron la denuncia, aseguraron que la cantidad sustraída supera a los 500 dólares.

El coronel José Cevallos, jefe de la SubZona El Oro, informó que, a los dos detenidos les dictaron prisión preventiva.

La primera detención de Vicente Arellano fue en 1986, por el delito de sustracción, luego en 1989 por robo, y así ha ido sumando antecedentes, la mayoría de los delitos que ha cometido ha sido la modalidad de hurto, aunque hay otras aprehensiones por asociación ilícita, violación a la propiedad y sustancias sujetas a fiscalización.

Y es que, entre la ciudadanía machaleña el detenido es muy conocido, más de uno ha sido víctima de Vicente.

“Parece inofensivo, que no matan una mosca, sin embargo, ya lleva un récord de fechorías, hasta cuándo esta gente vive en la impunidad. Ecuador se ha convertido en cueva de ladrones de propios y extraños, aquí hacen lo que les da la gana y no pasa nada, la policía los coge y en menos de lo que canta un gallo salen libres y burlándose de la ley”, opinó Francisco Espinoza, quien ha sido víctima de la delincuencia.