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¡Devuelvan el atado!

Trabajadores de la zona del centro de Guayaquil donde está la estatua del cangrejero, que fue destruida, dicen que se ha vuelto muy peligrosa

Cangrejero
Según el Municipio de Guayaquil, ya están trabajando en la reparación de la estatua.Amelia Andrade

Roberto Chiliquinga salió ‘soplado’ a buscar a un policía. Llegó tempranito, como de costumbre, el domingo 13 de junio a la esquina de Panamá y Loja, donde cuida carros desde hace 6 años.

Era usual ver que, de repente, las alcantarillas aparecieran sin tapas, pero que se le robaran un atado a la estatua del cangrejero, que está ubicado en esa intersección, ya fue el colmo.

En cambio, Fanny Catagua, quien trabaja en una panadería en la zona, ni se había dado cuenta. No le extraña, desde que labora en el sector ha visto incontables asaltos. Y no es porque no haya rondas policiales, sino que los pillos se las ingenian para todo, hasta para arrancarle parte de la estructura a la estatua.

Ella coincide con Carlos Camatón, quien llegó la mañana de ayer a comprar pan. El joven, que también trabaja a pocas cuadras del lugar, está convencido de que quienes cometieron el delito tienen algún tipo de relación con el microtráfico o consumo de drogas. Dice que eso abunda en la zona. “Ellos creen que a lo mejor pueden vender el cobre o el material de la estatua”, conjetura el joven, de 27 años.

Dice que, efectivamente, aunque durante el día la presencia policial es constante, el problema llega cuando el sol se empieza a ocultar. Ahí no queda nadie. Pasar por ahí luego de las 17:00 es exponerse a arranchones y asaltos. De esos, tanto Roberto como Fanny han sido testigos.

Roberto dice que esto se agudizó desde que inició la pandemia, porque antes de que el coronavirus alterara la cotidianidad de la ciudad, los cuidacarros como él se quedaban haciendo rondas hasta la noche y no había tantos asaltos o daños a la propiedad pública.

“Como ya no hay tanta afluencia de vehículos, ya no era necesario que viniéramos de noche”, cuenta.

La estatua del cangrejero es parte de los monumentos que fueron ubicados en la zona regenerada para conmemorar a los personajes de la ciudad.

El hecho se hizo viral en redes sociales, donde decenas de usuarios se quejaron sobre el aumento de la inseguridad en Guayaquil, en especial desde que inició la pandemia.