Donald Trump y Vladimir Putin llegaron este viernes 15 de agosto a la Base Aérea Elmendorf-Richardson en Alaska para una cumbre clave sobre la guerra en Ucrania. La cita se realiza sin la presencia del presidente ucraniano Volodímir Zelenski, generando atención internacional sobre las negociaciones que podrían influir en el futuro del conflicto.

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Al descender de sus aviones, ambos mandatarios caminaron por una alfombra roja instalada en la pista y se saludaron con dos apretones de manos. La escena, acompañada por la presencia de medios y seguridad, transmitió un gesto de cordialidad y respeto mutuo, simbolizando la apertura de un diálogo directo entre Estados Unidos y Rusia.

Detalles del encuentro inicial

Trump, con su habitual corbata roja, y Putin, con su gesto calculado y controlado, coincidieron en la alfombra roja y se dirigieron juntos hacia los vehículos presidenciales. Los aviones estadounidenses sobrevolaron la zona durante la llegada, generando un escenario imponente y marcado por la precisión de la logística militar.

El saludo entre ambos líderes fue seguido de conversaciones breves mientras subían al Cadillac One, el vehículo presidencial de Donald Trump. Putin habló directamente en inglés con Trump, evitando traducciones extensas y mostrando una interacción directa y cautelosa. La escena, cargada de simbolismo, llamó la atención de la prensa y analistas internacionales por la proximidad física de ambos en un entorno altamente seguro.

Comitiva y protocolo diplomático

Putin llegó acompañado por el ministro de Relaciones Exteriores Sergei Lavrov y el consejero Yuri Ushakov, mientras que Trump decidió incluir en la reunión a su jefe de la diplomacia, Marco Rubio, y al enviado especial Steve Witkoff. La decisión de sumar personal estadounidense al encuentro refleja la complejidad de la agenda y la intención de controlar los detalles de la negociación desde ambos lados.

Durante la recepción, los líderes se mostraron sonrientes y en actitud calmada ante los medios. Trump afirmó que existe “respeto” mutuo y buen entendimiento personal con Putin, aunque advirtió que la reunión podría concluir rápidamente si no hay disposición para negociar. El presidente estadounidense calificó el encuentro como una “reunión de tanteo” con un 25% de probabilidades de fracaso.

Expectativas y contexto de la cumbre

Por su parte, Putin evitó comentar sobre el posible resultado del diálogo. Lavrov declaró que Rusia “no hace suposiciones anticipadas” y apareció con una camiseta que mostraba “URSS” en caracteres cirílicos, reforzando la carga simbólica de la visita. 

La cumbre ocurre mientras Moscú mantiene el control de una quinta parte del territorio ucraniano y la guerra ha dejado decenas de miles de víctimas.

El encuentro marca el primer desplazamiento de Putin al oeste desde el inicio del conflicto y refleja la atención global sobre cualquier señal de avance en negociaciones de alto el fuego. La comunidad internacional sigue con expectativa los próximos pasos que puedan surgir de la reunión entre los líderes de Estados Unidos y Rusia.

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