Un disparo en la cabeza y otro en el pecho recibió un joven de 33 años, supuestamente por llevarle la contraria a su compinche. Esto ocurrió mientras ejecutaban un robo en una hacienda del sector La Victoria, del cantón El Guabo, provincia de El Oro.

Hernán Vergara, quien es trabajador del lugar, indicó que a eso de las 18:30 del lunes 6 de diciembre, mientras todos estaban descansando y preparándose para merendar, llegaron seis personas vestidas de negro y con los rostros cubiertos con pasamontañas.

Con armas de fuego, gritando que eran policías y actuando como si estuvieran en un allanamiento, empezaron a someter a todos en el lugar. “A mí me cogieron dos, entre ellos el ahora fallecido, llevándome al cuarto, donde se robaron mi televisor de 55 pulgadas, un celular y 200 dólares”, indicó Vergara.

Luego le exigieron que los lleve a la bodega, pero en el trayecto se detuvieron en otra habitación, exigiendo que abran la puerta. Al no tener respuesta, le dijeron a la persona que estaba dentro que si no abría, matarían a Higidio Zambrano y a otra de las víctimas, pero igual siguió encerrada. Por ello intentaron abrir con una barreta, pero al no lograrlo, como último recurso, dispararon a la cerradura.

Se presume que el robo duró una media hora. Los delincuentes revisaron cuarto por cuarto. Y a medida que pasaban los minutos, la desesperación entre ellos aumentaba, pues producto de una discusión, uno de ellos mató a un compinche.

César Sarango, otro de los trabajadores del lugar, estuvo en el momento del altercado y, aunque sometido, presenció el asesinato. Recuerda que lo botaron al piso por haber gritado que eran ladrones, insultándolo y amenazándolo con matarlo. En ese momento dos de los pillos empezaron a discutir, pues el ahora fallecido salió en su defensa.

Aunque tenían los rostros tapados, indicó que el asesino es un hombre afroecuatoriano, pues tenía sus brazos descubiertos y notó su color de piel.

Sarango indicó que las últimas palabras del finado fueron “Causa, no lo haga”. Luego su ‘pana’ le disparó en la cabeza y al caer le ‘pegó’ otro tiro. Antes de irse le quitaron la repetidora que portaba y todos se fueron, llevándose varios artefactos.