¡Amor entre señas!

Una madre enferma lucha por sacar a su hija sordomuda adelante, pero no cuenta con ingresos económicos para darle el mejor tratamiento. La joven de 17 años, es sordomuda y, aparte presenta trastornos de conducta. Cuando está en crisis, agrede a quien sea. Por eso solicita ayuda médica y económica.

Alexandra Loza se encuentra enferma, hace pocos meses tuvo un accidente de tránsito. La nariz le quedó desviada y ya no puede respirar bien, pero tampoco tiene dinero para operarse. Así mismo, presenta tumores de grasa alrededor del cuello y la nuca. Según el doctor que la atendió, se trata de una enfermedad rara, que solo se quita con intervenciones quirúrgicas. Aunque ya le han extraído algunas masas, precisa una intervención. Para esta madre soltera quien vive en la casa de un hermano en el Guasmo Sur, sur de Guayaquil, esta situación es angustiosa. A ella le preocupa mucho su hija Nikoli de 17 años, quien nació con problemas cardiácos y fue operada. Añade que a los tres meses de nacida le sobrevino una infección en el estómago y al parecer unos antibióticos que le administraron los médicos la dejaron sordomuda.

Hoy Nikoli es una señorita, posee un rostro angelical. Por su trastorno de conducta que actualmente presenta, toma medicamentos que le recetó el siquiatra. Un día que su madre no tenga dinero para comprar la tableta, la joven se torna violenta. Por eso Alexandra no puede trabajar, debe cuidar de su hija. La mujer tiene otra hija de doce años, quien ya ha sido atacada por su hermana mayor. Por las noches Nikoli grita como si alguien le estuviera pegando. “Algunas personas piensan que le hacemos algo malo, pero no es así”, subraya la ama de casa, quien sufre por su hija.

Pero otros días, cuando se siente mejor, su hija se muestra muy cariñosa y, con esfuerzo, pronuncia la palabra “¡mamá!”. Acto seguido, abraza con fuerza a Alexandra. Pero la adolescente ya no se comunica mucho a través de las señas como antes, parece como si se haya olvidado de lo que aprendió. Según la progenitora que hay ocasiones en su hija si responde bien, es cuando le dice “ Te amo”.

Hasta que cumplió los quince, Nikoli cruzaba sola las calles, con cuidado, pero ahora se lanza a la carretera. “Una vez casi la atropelló un carro”, comenta la progenitora.

La menor también ha sido víctima de los delincuentes. Una mañana, mientras salía a la tienda, unos sujetos le robaron los audífonos que llevaba puestos y que la relajaban bastante.

Su madre no ha podido comprarle otros porque no tiene dinero. Y eso la entristece, porque escuchar música ayudaba bastante a su vástaga. Y por si todo esto no fuera bastante, los cambios sufridos por Nikoli también están afectando a su hija menor, de 12 años. “Duerme sobresaltada porque ya la ha atacado”, acota la matriarca de la familia.

Hace dos semanas, la madre tuvo un episodio de depresión aguda. Fue tan grave que su mente se llenó de oscuros pensamientos, que prefiere no detallar. El detonante fue verse sin dinero para llevar a su hija a la consulta de un psiquiatra o comprarle las pastillas que toma a diario: “No sabía a quién pedir ayuda y casi hago algo...”.

AYUDA PARA MADRE E HIJA

El caso de Alexandra y su hija demanda de la colaboración de especialistas. La mujer no puede trabajar fuera de casa porque no tiene con quien dejar a su hija. Posee conocimiento de cosmetología, corte y tinturado de cabello, arreglo de uñas, etcétera. Apela a las sensibilidad de las personas para montar un pequeño gabinete de belleza en su casa, para lo cual requiere de donaciones de materiales de trabajo como espejos sillones, tijeras, tintes, esmaltes, acetona, champú, acondicionador, agua oxigenada, blondo, limas, corta uñas, secadora y plancha de cabello. De esta forma podrá tener ingresos y comprarle los medicamentos que requiere de por vida Nikoli.

Las personas, especialistas, empresas, fundaciones o instituciones que deseen colaborar puede comunicarse a los teléfonos 0978951962- 0990214407-042201100, extensión 2491.