La Procuraduría General de Ecuador calificó este viernes de “triunfo” el fallo emitido por la Corte de Apelaciones del Segundo Distrito de Nueva York, que desestimó una demanda presentada por empresas de los exbanqueros William y Roberto Isaías, acusados en el país por delitos financieros y actualmente residentes en Estados Unidos.

La Procuraduría, en un comunicado, informó de que el fallo desestima la demanda presentada contra Ecuador por las compañías Arch Trading Corp., Arvin Properties Inc., Hezer Holdings Inc., Madec Limited y Osis International Corp., constituidas en las Islas Vírgenes británicas y de propiedad de los hermanos Isaías.

Los exdueños del extinto banco ecuatoriano Filanbanco -una de las entidades involucradas en la crisis financiera de 1998- reclamaban al Estado unos 1.000 millones de dólares por la incautación de sus propiedades tras la liquidación de la entidad financiera.

“Este fallo constituye un triunfo para los intereses de Ecuador, al ser acogidos todos los argumentos, respecto de la falta de jurisdicción para resolver esta demanda, planteados por la Defensa del Estado”, señala el comunicado de la Procuraduría.

En ese texto, el procurador general, Diego García, señaló que la decisión del Estado ecuatoriano de incautarse en 2008 de bienes y activos de los hermanos Isaías, acción derivada del salvamento bancario efectuado durante la crisis financiera, no puede ser sometida a “una jurisdicción extranjera”.

“Con esta decisión, Ecuador obtiene un nuevo resultado favorable frente a los intentos de los hermanos Isaías de desconocer la plena vigencia de las resoluciones de incautación adoptadas por la AGD (Agencia de Garantía de Depósitos), como consecuencia de la crisis bancaria de fines de los noventa”, insistió García.

El Gobierno ecuatoriano ha pedido a Estados Unidos la extradición de los hermanos Isaías, condenados a prisión por el delito de “peculado bancario” o malversación de fondos.

El Filanbanco, de propiedad de los Isaías, formó parte de la treintena de instituciones financieras que, a raíz de la crisis de 1998 en Ecuador, fueron intervenidas por el Estado tras registrarse graves problemas de liquidez en el sistema financiero local.

Dicha crisis es considerada como la peor de la historia ecuatoriana y su saneamiento le costó al erario nacional más de 8.000 millones de dólares.