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Creó su marca para vestir a la mujer puruhá
Una riobambeña diseña las prendas que lucen las indígenas de esa etnia que viven en Riobamba, Quito, Guayaquil y Guaranda.
Patricia Oleas, Riobamba (Chimborazo)
Con una gran innovación para actualizar la vestimenta de la mujer puruhá y sin perder su propia identidad, una diseñadora riobambeña encontró la forma de abrir un nuevo mercado.
Lucía Guillín creó su exclusiva marca ‘Churandy’, que en kichwa significa (ponte mi ropa), con la cual viste a jóvenes indígenas de esa etnia que residen en Riobamba, Quito, Guayaquil y Guaranda.
De vender ropa de bebé en un centro comercial de la Sultana de los Andes, hace cuatro años, la artesana pasó a comercializar sus propios diseños y a crear nuevas fuentes de trabajo.
La innovación nació de su preocupación al constatar que cada día más jóvenes de descendencia Puruhá dejaban a un lado su traje tradicional. Por eso optó en crear nuevos modelos, sin perder la esencia del traje ancestral.
“Muchas señoritas quieren vestir a la moda, como los mishus (mestizos), y no usar a diario el camisón hasta más abajo de la rodilla, con mangas largas y bien cerrado; por eso me dediqué a crear variados modelos muy modernos, pero sin quitar lo que nos identifica”, refiere Lucía.
El objetivo de su marca es que la mujer renueve su imagen y que fortalezca el orgullo por sus raíces.
“Nunca quitaré las flores de colores fuertes de los bordadores que nos identifica a los indígenas, nos recuerda a la Pachamama, al campo y de dónde venimos, dijo la diseñadora.
“Toda la vestimenta, desde la mamachumbi (faja madre) hasta el anaco, tienen un significado para nosotros, por eso mi idea fue darle solo una variación a la blusa, que es la que más resalta; aunque a veces me han pedido también anacos y bayetas”, reveló.
La clientela aumentó en diferentes ciudades del Ecuador y esto hizo que Lucía estudie corte y confección para que su producto sea de excelente calidad. “Tengo clientes de Guayaquil, Guaranda, Quito, que me piden prendas para fiestas o también para chicas que trabajan en oficinas y quieren estar bien vestidas sin perder su traje típico; mis modelos son exclusivos, nunca repito uno”, aseguró la emprendedora chimboracense, que ha requerido el apoyo de otras artesanas.
Desde sus casas, cuatro chicas bordan de acuerdo con el diseño y dan el acabado a las blusas, esto les permite aportar con la economía de su hogar, sostiene la emprendedora.
Promueve su cultura
La mejor embajadora de la marca Churandy ha sido Jenny Guillín, primera Ñusta Andina, reina Indígena del Ecuador y exreina de Colta. “Mi sobrina iba a participar como Ñusta y me pidió que le hiciera algo especial”, comentó Lucía.
“La gente empezó a preguntarme por las blusas y yo les di el contacto”, refiere la líder indígena, quien gracias a sus compromisos nacionales e internacionales ha ayudado a promover los diseños y a impulsar la cultura de su país. Jenny destaca que cuando utiliza los trajes tradicionales y estilizados de acuerdo con la ocasión, se siente muy orgullosa de que su familia impulse sus raíces.