El expresidente Rafael Correa llegará a Ecuador, este viernes 24 de noviembre, en la que será su primera visita desde que se trasladó a Bélgica en julio, confirmaron a Efe fuentes próximas al exmandatario.

Las fuentes consultadas dijeron que su llegada está prevista el día 24 para “cumplir una agenda de reuniones hasta el 4 de diciembre”, si bien no precisaron con quién se reunirá exactamente. “Estará con miembros de Alianza País (AP)”, señalaron al indicar que la agenda de trabajo aún no está cerrada.

Se trata de la primera vez que Correa, que gobernó Ecuador entre 2007 y mayo pasado, visita el país desde que viajó a Bruselas, el 10 de julio pasado, para residir allí con su familia, dado el origen belga de su mujer, Anne Malherbe.

Correa regresa ahora en medio de una profunda crisis en el movimiento que fundó en 2006, Alianza País, y de un fuerte choque con su sucesor, Lenín Moreno, al que acusa de haberse apartado de la “revolución ciudadana”, el proyecto social y político lanzado por el expresidente.

Una veintena de diputados de AP, encabezados por el excanciller Ricardo Patiño y la presidenta de la formación Gabriela Rivadeneira, se han distanciado del Gobierno y a finales de octubre destituyeron a Moreno como presidente del movimiento, una medida anulada por los tribunales.

En la oportunidad, Patiño exhortó a Correa a regresar al país y asesorar en la reconstrucción de la agrupación política lejos de la influencia de quien, dijo, había “traicionado” los principios de la revolución ciudadana. Por el momento, el exgobernante no ha dado a conocer sus intenciones políticas y según otras fuentes “se limitará a escuchar a sus seguidores para definir el camino a seguir”.

El grupo más afín a las tesis correístas en AP, encabezado por su secretaria Rivadeneira, ha convocado para el 3 de diciembre una convención nacional partidista en la que se espera que Correa —presidente vitalicio de la organización— apele a las bases del partido, si bien se desconoce si llegará a celebrarse. Seguidores de Moreno indican que le corresponde a él, como presidente del movimiento, convocar dicha convención, y no a la secretaria.