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Las autoridades conocieron que el sujeto usaba su automóvil para llevar a las jóvenes a sitios desolados.Cortesía

En Quito capturan a sujeto acusado de abuso sexual a menores

Según autoridades, el hombre perpetraba los delitos, luego de subir a las chicas a su vehículo. Aprovechaba su trabajo como supervisor de gasolineras para recorrer la urbe.

Esto dicen las autoridades. Las víctimas de un supervisor de bombas de gasolina eran las chicas de colegio entre los 9 y los 14 años. La razón: se podían manipular y así evitaba denuncias.

Sin embargo, los supuestos planes del hombre acusado de violar a nueve niñas no salieron como esperaba. Los agentes de la Dirección Nacional de Policía Especializada en Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) dieron con su paradero. El sindicado cometía las agresiones desde 2017.

El trabajo le daba chance para movilizarse por toda la ciudad, aunque de manera especial lo hacía por Quitumbe (sur de la urbe), confirma Mario Centeno, jefe de la Unidad de Trata de la Policía. “La elección de las víctimas era al azar”, asegura el oficial.

Según el reporte de los investigadores, el hombre fingía no conocer determinados lugares. Al mirar a las muchachas, él les pedía indicaciones para llegar a la dirección por la que preguntaba. Las jóvenes se dejaban convencer para que subieran al automotor y que fueran ellas que lo ‘guiaran’.

Una vez en el automóvil, mediante más engaños, las llevaba hasta lugares “desolados o a un domicilio, a fin de atentar contra la integridad de las chicas”, refieren los datos.

Luego venían las amenazas. El sujeto les decía a las muchachas que si llegaban a decir algo, él buscaría la manera de hacerle daño a sus padres o a las personas que más querían.

Las afectadas no se quedaron calladas y los agentes comenzaron a encontrar un patrón en su modo de operar.

“Los representantes legales manifiestan que habría una similitud en los hechos suscitados”, refiere Ángel Marcelo Parra, director nacional de la Dinapen. Uno de ellos era subirlas al carro que usaba para vigilar las gasolineras.

Parra agrega, además, que los sitios donde más recorrió para cometer estos actos fueron en Caupicho y El Troje, ambos en el sur de Quito. Sin embargo, con los datos obtenidos los agentes llegaron hasta el domicilio del implicado.

Lo detuvieron antes de que ingresara a su hogar, donde lo esperaban su esposa y la hija de ambos. Los uniformados revisaron el inmueble para levantar indicios, ya que se presume que en esa casa cometía las violaciones.