Llevan 24 días de dolor y angustia. Nely Cedeño y José Mina rezan por la recuperación de sus dos hijos, de 11 y 10 años, quienes se encuentran hospitalizados por sufrir quemaduras en el 30 por ciento de sus cuerpos.

Los afectados habrían puesto en práctica un experimento que observaron por Internet y el resultado fatal los mantiene postrados en cama del Área de Quemados del Hospital de Niños Roberto Gilbert Elizalde, norte de Guayaquil.

La situación de los menores de edad es estable, pese a que sus quemaduras son de segundo y tercer grado, pero sus padres están desesperados por tenerlos de nuevo en casa. A los niños les han realizado injertos en sus piernas, brazos, tórax y parte de su rostro.

Nely recordó que el pasado 3 de enero, su esposo la acompañó a coger un bus hasta la avenida principal de la vía a Daule. Por aproximadamente ocho minutos los niños, que quedaron al cuidado de su abuela materna, aprovecharon que ella realizaba algunas tareas del hogar, para realizar el ensayo que vieron en la red.

Según Nely ese día, antes de salir con su cónyuge, uno de sus hijo le dijo: “Mami, mami, quiero hacer este experimento (mostrándole el vídeo), no te preocupes es indefenso”. La prueba consistía en encender con fósforos un algodón humedecido con alcohol pero, al parecer, a los menores de edad no le funcionó, por lo que insistieron, pero con líquido desinfectante, lo que provocó que el algodón se inflamara, según la madre.

Los gritos de los niños alarmó a los vecinos de Mapasingue, donde habita la familia, quienes salieron de sus casas para auxiliarlos. “Mis dos hijos estaban prendidos en llamas. Sus camisas estaban derretidas y se habían pegado a su cuerpo”, recordó José.

Los hermanos fueron trasladados a una casa de salud, pero por la gravedad de sus heridas fueron derivados al hospital Roberto Gilbert. Los médicos no les han asegurado cuándo serán dados de alta, solo que por la gravedad de las heridas, deberán permanecer al menos 60 días hospitalizados.

Requieren dos colchones y un aire acondicionado

Nely y José tienen la esperanza que en pocos días sus niños saldrán del hospital, pero a pesar de que esto les ha devuelto ligeramente la sonrisa. Por ahora les preocupa no tener los colchones que necesitan para que ellos puedan descansar.

“Ellos requieren dos colchones antiácaros y de un aire acondicionado para que el calor no les afecte su piel que está lesionada”, comentó la progenitora. Si algún lector de EXTRA desea ayudar a los hermanos, pueden contactarse al número de teléfono 0991545179.