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De Otavalo a la alta moda: ¿plagio o inspiración?

Algunas prendas de la colección Primavera 2017 de la marca española Loewe han provocado fuertes críticas en las redes sociales.

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La marca de moda española Loewe incluyó en su colección de Primavera Verano 2018 diseños de prendas pertenecientes a comunidades otavaleñas.Loewe

Quienes viven en Ecuador están familiarizados con las prendas que lucen figuras vestidas con poncho y sombrero, plasmadas en textiles, en colores rojo, naranja, azul, negro, blanco, entre otros. Estos diseños —‘joyas’ hechas a mano en la ciudad de Otavalo (Imbabura)— se ofertan en los mercados artesanales del país. Pero recientemente llegaron también a la alta costura.

La marca de moda española Loewe incluyó en su colección de Primavera Verano 2018 —lanzada en septiembre pasado— blusas y bolsos con estampados iguales a estos, desatando la polémica.

En una entrevista con la revista Vogue, Jonathan Anderson, director creativo de Loewe, decía que la nueva colección estaba inspirada en distintos puntos del mundo; sin embargo, nunca mencionó a Ecuador entre estos. Y un grupo de artistas ecuatorianos cree que este detalle fue obviado intencionalmente. Para ellos, se trata de un plagio y de apropiación cultural.

Fue la diseñadora cuencana Joshe Ordoñez quien inició una petición abierta, a través de la plataforma Change.org, para exigir a Loewe que “respete la propiedad intelectual de los pueblos indígenas del Ecuador”. En el texto de presentación de su causa, Ordóñez asegura que la marca española plagió el diseño tradicional de la indumentaria y bolsos de la comunidad otavaleña, y la ha presentado en su catálogo de muestra propia, para la venta al comprador local e internacional, “siendo los grandes artífices en la expansión de su diseño, se palpa una realidad, el de apropiarse de algo que no es suyo, ya lo convierte en delito”.

En algunos de sus manifiestos, expuestos en redes sociales, Ordóñez remarca la importancia de que exista una disculpa pública, un reconocimiento a la cultura y que la marca reconozca el plagio. A esta petición, se han sumado ya las firmas de más de 5.000 personas.

Otro de los artistas que están difundiendo este caso es Saúl Endara. A través de las redes sociales, este fotógrafo de modas ha dicho: “una cosa es la inspiración, otra muy distinta es hacer ‘copy paste’”.

Pero el asunto ha llegado más allá de Ecuador. La cuenta de Instagram Diet Prada, dedicada a denunciar copias en el mundo de la moda internacional, habló de este tema hace poco días. Con 127.000 seguidores, esta comunidad virtual no solo denunció el caso sino que además hizo un llamado a firmar la petición iniciada por Ordóñez.

Apropiación cultural con etiqueta de ‘haute couture’

La apropiación cultural ha invadido constantemente la industria de la moda. Año tras año, los diseñadores miran hacia otras culturas en busca de inspiración, algunos sin invertir en las relaciones culturales, políticas e históricas de aquellos para quienes están inspirados.

Entre los casos recientes está el de Mango. En octubre de 2017, la compañía multinacional de indumentaria, de origen español, fue acusada de copiar los diseños únicos de bordado de artesanos del estado de Hidalgo, en México.

Los artesanos del municipio de Tenango de Doria acusaron a la firma de piratear sus patrones, pero no les sorprendió “porque se ha convertido en algo común”, según el portal Mexico News Daily. Asimismo, denunciaron que antes varias otras compañías mexicanas y extranjeras también habían plagiado su trabajo.

Un incidente similar ocurrió en 2015, cuando la diseñadora francesa Isabel Marant lanzó una línea de ropa con imágenes indígenas de México. Tras el incidente, un estado mexicano presentó una queja y el diseñador se disculpó y reconoció que la fuente de inspiración para estos vestidos era una comunidad cerca de Oaxaca.