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Palo Mayombe, religión de los esclavos
Tres muñecos sirven de cuerpo para los espíritus o deidades que se manifiestan en rituales sagrados de la creencia Palo Mayombe, religión antigua proveniente de El Congo, África.
Están en un altar pero no son santos, sino tres muñecos que sirven de cuerpo para los espíritus o deidades que se manifiestan mediante rituales sagrados del “Palo Mayombe”, religión proveniente de El Congo, África.
Las ceremonias ocultas se llevan a cabo en una vivienda ubicada en Mapasingue Oeste, avenida 5ta y calle tercera, norte de Guayaquil. Allí se invocan a los espíritus superiores de ‘Alejo’, ‘Sebastián’ y ‘Mama Francisca’, una mujer que falleció en el siglo pasado, considerada una deidad.
Estos muñecos de caucho y trapo están fundamentados en muchos secretos. Ayudan a resolver ciertos problemas difíciles de la vida. Se los retribuye poniéndoles alrededor bebidas, flores, velas, frutas y también se les ofrendan ciertos animales.
Carlos Adrián, el palero (Líder de la congregación) quien practica esta creencia desde hace dos décadas afirma que dos veces al año hacen fiesta en honor a los muñecos para demostrar sus fidelidad hacia ellos y hacia su poder. “Una de las bases principales es el espiritismo”, afirma el hombre.
La ‘casa nganga’ simboliza un pequeño lugar donde están ollas de barro con diferentes contenidos en su interior, algunas de ellas están llenas de partes de animales enigmáticos como murciélagos, culebras y todo tipo de alimentos que son colocados para el servicio de cada espíritu. También colecciona tierra de diferentes árboles como ‘palo yaya’ ‘amansa’ ‘ceibos’ entre otros.
Estos rituales son sagrados para dicha religión ya que los espíritus se fortalecen cuando los muñecos son bañados con sangre animales. Según Carlos, estos absorben el líquido vital sin dejar ningún tipo de olor.
En la familia de este palero son algunos de sus integrantes quienes practican esta religión propia del tiempo de la esclavitud africana. El hombre que viste de túnica morada asevera que los rituales y sacrificio de ciertos animales se los hace con un objetivo específico y razonable, el cual es revertir la maldad, en algunos casos de magia negra; también para resolver problemas o quitar un muerto oscuro de la vida de alguien que está siendo atormentado a base de brujería.
Mónica Chonillo, de la Fundación Trato Ético de los Animales, no está de acuerdo con los sacrificios, pero en este caso respeta porque es un tema religioso y de cultura.