Decenas de ecuatorianos se reunieron este miércoles en el centro de la capital española para expresar su rechazo a los actos de violencia y terrorismo que ocurren en su país. En un acto pacífico, se corearon consignas como muestra de solidaridad por los hechos de terror ocurridos principalmente el día martes en las principales ciudades de Ecuador.

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“Tengo 22 años viviendo en Madrid y espero que Dios ilumine al Presidente del Ecuador para que recupere la paz. Soy de Guayaquil y siento mucha tristeza por todo lo que está pasando. Es la primera vez en la historia que se ve esta situación”, expresó Nelly Espinoza.

Los compatriotas aprovecharon la ocasión para agradecer a España las muestras de solidaridad que han recibido tanto de líderes políticos como de los ciudadanos europeos. Además, hicieron un llamado a la comunidad internacional para que contribuya con recursos técnicos en la erradicación de la inseguridad y violencia.

Así lo manifestó Fabricio Ortega, quien lideraba la mayoría de las proclamas. “Estoy muy apenado por el retroceso y por todas las situaciones que está viviendo nuestra Patria. Han secuestrado un canal de televisión, ha habido muertes, quema de coches y muertes de guías penitenciarios. Queremos agradecer a la comunidad internacional por brindar todo su apoyo a nuestras Fuerzas Armadas, con el fin de restablecer la paz. Condenamos cualquier acto violento porque allá está nuestra familia, nuestros conocidos y nuestra Patria entera. Los queremos con el alma”, sentenció el migrante.

La protesta duró dos horas en la Plaza del Sol. El número de participantes aumentó gradualmente hasta llegar a alrededor de 100 personas, entre las que se destacó el apoyo de migrantes de otras nacionalidades. Juntos, alzaron sus voces y dejaron en claro su deseo de justicia y equidad.

"Estoy completamente destrozada porque mi familia está pasando por muchas calamidades en Ecuador, especialmente debido a la inseguridad. Espero que las mafias, que están agobiando a nuestra gente, desaparezcan para que Ecuador vuelva a ser como antes. Un país de paz y trabajo", comentó la migrante Fabiola Mosquera.

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