Empezó la difícil tarea de la nueva Asamblea Nacional (luego del ‘palazo’ recibido por la histórica ‘muerte cruzada’) de recuperar su prestigio y la credibilidad ante los ojos de los ecuatorianos. Pero qué complicado será volver a creer en estas nuevas dignidades cuando hay 44 ‘cromos repetidos’ (de los 137) del último Legislativo.

Pero es un nuevo comienzo y Ecuador necesita curar heridas para trabajar por un solo objetivo: el rescate del país. Y para eso, los legisladores deben dejar de lado sus posturas divisionistas y enfocarse en formas legales que mejoren la seguridad, que promuevan el empleo y garanticen el crecimiento económico. Tienen año y medio para construir una agenda unida en beneficio de quienes confiaron en ellos y para recomponer a este Ecuador roto.