La Fiscalía Federal del Distrito Este de Michigan anunció el martes 3 de junio del presente año, el arresto de Yunqing Jian (33) y Zunyoung Liu (34), acusados de introducir ilegalmente el hongo Fusarium graminearum clasificado como posible arma de agroterrorismo en territorio estadounidense.

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De acuerdo con investigaciones del Buró Federal de Investigaciones (FBI), Jian habría obtenido recursos económicos del Estado chino para realizar estudios sobre este agente patógeno en su país. Además, en un análisis de sus dispositivos electrónicos se hallaron indicios que lo vinculan activamente al Partido Comunista Chino (PCCH).

En un principio, negó ante las autoridades haber introducido de contrabando el hongo Fusarium graminearum por el Aeropuerto Metropolitano de Detroit, aunque posteriormente admitió su participación en el hecho. Las autoridades alertan que sus vínculos con el PCCh agravan el riesgo para la seguridad nacional.

Fusarium graminearum, el hongo que pudre las espigas.

El hongo Fusarium graminearum, causante de la "pudrición de la espiga", ataca cultivos clave como trigo, cebada, maíz y arroz, generando pérdidas globales millonarias anuales. Además, su exposición puede provocar intoxicaciones, daños al hígado e incluso problemas reproductivos en humanos.

La detención ocurrió en medio de un clima de tensiones entre EE.UU. y China por disputas en seguridad nacional y posibles actividades de espionaje.

EE.UU. no aceptará la infiltración del PCCh en sus universidades

El 3 de junio, el Departamento de Estado denunció que China aprovecha sus instituciones académicas para sustraer información estratégica con el fin de potenciar su sector militar y de inteligencia. Esta situación llevó a EE.UU. a reevaluar los visados estudiantiles y cancelar permisos de estudio a ciudadanos chinos.

Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado, afirmó que el gobierno de Trump mantendrá su decisión de revocar de forma contundente visas de estudio previamente aprobadas, a pesar de las críticas generadas. Inmediatamente después, China rechazó la medida, denunciándola como "una maniobra discriminatoria con fines políticos".

La portavoz de Exteriores chino, Mao Ning, denunció que la medida viola los derechos de los estudiantes chinos, perjudica los intercambios educativos, desmiente la supuesta libertad de EE.UU. y daña su imagen global.

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