“El cielo apagó nuestra sed con crecida del río”

Hernán Lucas, Puerto López (Manabí)
“Dios es grande y es el único que no deja morir a sus hijos, siempre extiende sus manos a quien la necesita”, repetía muy contenta Marlene Menéndez, habitante del sitio Ayampe del cantón Puerto López, Manabí.
Mientras el campesino Marcelino Catagua de 75 años expresó: “el cielo apagó nuestra sed con la bajada del río”.
Y es que la madrugada de ayer el río Ayampe, creció torrencialmente trayendo palizadas y esperanza para los miles de habitantes que en la actualidad sufrían la escasez del agua en esa zona.