Poco distanciamiento social y desconocimiento de los lugares de votación fue lo que se pudo observar en la mayoría de los recintos electorales de los cantones Guayaquil y Durán.

Largas columnas para ingresar a las diferentes unidades educativas que albergaban las juntas receptoras del voto se evidenció en la jornada electoral.

“Estoy embarazada y aún así me obligaron a esperar. Estuve parada una hora y media”, comentó Diana Brito, mujer que votó en el colegio Nacional Durán.

En los exteriores de esta unidad educativa, la columna de personas se extendía al menos unos 500 metros, hasta antes del mediodía. Mientras que la situación en otras juntas receptoras del voto en la ciudad de Guayaquil era más caótica, quizá llegando hasta 1 kilómetro de distancia.

Por otra parte, varios ciudadanos estaban perdidos en los recintos electorales, esto porque desconocían dónde les tocaba sufragar. Este fue el caso de doña Elizabeth Pincay, quien acompañó a sus dos hijos menores de edad para que voten.

“Ellos tiene 16 y 17 años, pero los traigo a sufragar porque después les piden el certificado de votación, para un trabajo o quizá para graduarse”, relató la mujer.

Añadió que por la distancia donde vive (Balerio Estacio), tardó más de 3 horas en llegar al sitio donde les tocaba sufragar a sus hijos (Universidad Estatal). “Había tráfico y los carros estaban llenos, por eso nos demoramos mucho. No sabemos por qué siendo familia nos mandan a lugares diferentes”, comentó doña Elizabeth.