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El animal empezó a nadar lentamente contra la corriente.Tatiana Ortíz

Elefante marino aún no logra retornar a su hábitat

El elefante marino que fue visto por primera en el cantón Yaguachi de la provincia del Guayas, hizo su segunda aparición la mañana de este miércoles 25 de octubre en las mansas aguas del río Arenal perteneciente al cantón Baba en la provincia de Los Rí

El elefante marino que fue visto por primera en el cantón Yaguachi de la provincia del Guayas, hizo su segunda aparición la mañana de este miércoles 25 de octubre en las aguas del río Arenal perteneciente al cantón Baba en la provincia de Los Ríos. Según el director Provincial del Medio Ambiente en esta jurisdicción, Gem Valle, el espécimen de cuatro metros de longitud proveniente de la Antártida, habría recorrido alrededor de 31.7 kilómetros por el río Babahoyo hasta adentrarse al afluente donde fue visto por última vez. La alerta fue dada alrededor de las 07:00 cuando unos estudiantes del recinto Monte Redondo se dirigían a su jornada escolar.

María Eguenia Torres salió de su casa para ver de qué se trataba el alboroto y se encontró con el elefante marino que intentaba seguir nadando pero no podía. Los pequeños bancos de arena tenían atrapado al mamífero. El hallazgo generó asombro en los lugareños que en su mayoría no sabía que era. Mientras algunos lanzaban objetos para que el animal continúe su rumbo, otros tomaron fotografías con sus teléfonos celulares.

En menos de una hora el elefante marino reunió en el mismo sitio a las autoridades del Medio Ambiente, Policía Nacional, Cuerpo de Bomberos, Fiscalía y hasta el Ejército Ecuatoriano, quienes llegaron con el bote que usarían para monitorear de esta especia marina.

Por el lapso de tres horas el mamífero estuvo tranquilo con su cuerpo sumergido en el agua casi sin moverse. A ratos solo sacaba su nariz a la superficie para expulsar el aire y continuar respirando bajo el agua. El fuerte clima lo tenía casi inmóvil mientras lo observaba un técnico y un biólogo del Medio Ambiente.

Pasado el mediodía el nivel del agua se incrementó y el espécimen empezó a nadar lentamente contra la corriente, sorteando los lechuguines que iba río abajo. Valle, mencionó que luego de la reunión técnica, se dispuso a las autoridades no tocar al animal, ya que este puede presentar estrés.

El mamífero continuó desplazándose seguido de un bote del Ejército a una distancia prudencial para que retome su viaje a aguas abiertas. El personal a cargo de su vigilancia será relevado de acuerdo a la jurisdicción en que se encuentre con el único propósito de no perder de vista al mamífero.