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El comerciante se inspira en la música rock para llevara cabo sus creaciones culinarias.Yadira Illescas

El sabor del rock: Édison Sánchez fusiona música y postres en Ambato

Édison Sánchez combina su amor por el punk y la repostería en el Centro Popular Simón Bolívar

En la planta baja del Centro Popular Simón Bolívar, en Ambato, Tungurahua, entre aromas de comida criolla y el bullicio de los compradores, hay un local que brilla con un toque distinto. Allí está Édison Sánchez Albán, de 55 años, quien es conocido como ‘el roquero más dulce’.

No es un sobrenombre gratuito. Desde hace 30 años, Édison Sánchez Albán ha sido guitarrista y vocalista de la banda Distorsión Social, agrupación de punk hardcore que ha dejado huella en el rock nacional con discos, conciertos y hasta un documental.

Pero mientras la música llenaba sus días, la cocina le reclamaba un lugar especial. Así, hace 18 años nació su marca: Postres Fríos, única en el centro popular por ofrecer recetas propias y creativas. “Entre el rock y los postres no puedo escoger. Ambos son mi vida”, confiesa con una sonrisa mientras acomoda las copas de gelatina.

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Herencia familiar en Ambato

El músico es visitado por grandes y chicos en su puesto en Ambato.Yadira Illescas

El gusto por la cocina le viene de familia. Su madre atendía una tercena en Ambato y un tío paterno le enseñó los primeros secretos de la repostería. Desde entonces no ha dejado de experimentar. Hoy sus vitrinas lucen más de 15 sabores distintos, con propuestas que van desde la tradicional espumilla hasta postres de piña, coco o uva.

Los domingos son sagrados: desde las dos de la madrugada selecciona frutas frescas, las limpia y las transforma en espumillas suaves y coloridas, que se venden como ‘pan caliente’ en la feria. “Mi producto llega a Quito, Guayaquil e incluso fuera del país. Los clientes regresan porque saben que aquí todo es natural”, asegura con orgullo.

Incluso sus amigos en el extranjero le han dicho que pagan hasta seis dólares por una tarrina de espumilla. En su local, sin embargo, los precios empiezan desde diez centavos, al alcance de todos.

Los postres al estilo punk en Ambato

Sánchez (extremo de la derecha) ha sido músico la mayor parte de su vida.Cortesía

Lo que más llama la atención es cómo Sánchez se inspira en la música para crear sus postres. “Me pongo a escuchar rock y las ideas vienen solas”, comenta. Hace poco lanzó un nuevo postre de mora y uva, aún sin nombre, que nació entre acordes y ensayos.

Su esposa también juega un papel importante, pues cada domingo, en el parque infantil de Atocha, vende parte de la producción y comparte la dulzura con decenas de familias.

Pero el rock sigue vivo en él. Hace 15 días tocó en Ambato con otra banda y a fin de mes participará en un concierto benéfico. Por las noches, después de un día entre frutas y batidoras, regresa a casa para ensayar y escribir nuevas canciones.

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