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Diario Extra Ecuador

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En bata ‘saltó’ a la calle del susto

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Descalza y con la bata de dormir, Cruz Montes saltó a media calle. No se detuvo a buscar sus zapatillas ni a ayudar a su esposo Saúl Obandh, porque la réplica de 6.2 grados, ocurrida a las 22:02 del jueves, le puso los nervios de punta.
La abuelita está asustada y cualquier movimiento telúrico de menor intensidad, o un remezón que provoque el paso de un camión por la calle cercana a su casa, la intranquiliza. “Los primeros tres días hasta dormía con zapatos, pero ahora me los saqué y por eso salí descalza, porque me asusté mucho”, señaló la dama, de 66 años, quien habita en la avenida 15 de Abril, frente a la terminal terrestre de Portoviejo.
Aquella noche nadie quedó en sus habitaciones. El ‘sacudón’ hizo que la ciudadanía saliera a la calle para evitar alguna desgracia. Temen que se derrumben las edificaciones, tal como ocurrió el sábado 16 de abril, cuando se produjo el terremoto que devastó varias zonas del país.
El susto fue terrible. Hasta las llaves del carro olvidó sacar un conductor que estaba parqueando el vehículo en el garaje del hotel Paraíso. El joven corrió y cuando se acordó de que había olvidado las llaves dentro del vehículo, ya fue muy tarde porque se le cerró la puerta con seguro y tuvo que forzarla, con ayuda de quienes estaban en los alrededores.

 

Abandonó el hotel

Margarita Zambrano había llegado por negocios horas antes a un hotel de Portoviejo, acompañada de su hijo Gabriel Loor y su ñaño Anthony. Pero con la réplica, también saltó a la calle y ya no quiso volver a hospedarse.
“Me voy para Flavio Alfaro, no me importa perder lo que ya pagué por la habitación. Fletaré un taxi para que me lleve a mi casa, a cualquier precio, allá tengo una casa de una planta y no hay peligro”, comentó la señora.
Y así estuvieron en vigilia los habitantes de Manabí que sentían temor y no querían volver a sus camas. Después de varias horas, algunos decidieron descansar en sus hogares, otros prefirieron quedarse en los portales de sus casas o algún sitio abierto, que no represente mayor peligro. Las réplicas tienen con el corazón en la mano a los ecuatorianos.

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