Escopolamina lo mandó a ‘dormir’ por 32 horas

Redacción Guayaquil
La vida de Segundo Oswaldo Tibán, de 30 años, ‘pendía de un hilo’. Si sus familiares hubieran tardado unos minutos más en encontrarlo y llevarlo a una casa de salud le hubiera podido dar un infarto por sobredosis de escopolamina, según explicó el doctor  Pedro Sánchez, quien lo atendió.
El hombre fue trasladado en una buseta hacia la clínica Azuay, al sur de Guayaquil, donde hasta ayer permanecía asilado con vigilancia médica por la intoxicación de esta sustancia que le suministraron.
Como a las cinco de la madrugada de ayer despertó del estado de inconsciencia en que lo ingresaron la noche del domingo, después de haberlo encontrado tirado en la vía Durán-Yaguachí, detrás de una toma de agua.
El padre de tres niños fue ingresado a la casa de salud el domingo, como a las 21:30, inconsciente, y permaneció sin despertar por más de 32 horas.
Al enterarse de lo sucedido a su hermano, Luis Alfredo Tibán arribó el lunes en la noche desde Latacunga al Puerto Principal y se quedó a cuidarlo en la clínica. Él lo vio despertar y dio la buena noticia a la familia.
La mañana de ayer, varios de los parientes acudieron  a visitarlo y al enterarse de lo ocurrido, Margoth Santos, cuñada del paciente, denunció en la Fiscalía que el sábado 2 de julio, aproximadamente a las 20:00, Tibán fue a dejar a la terminal terrestre a un hijo. El conductor iba en el vehículo de la denunciante, un Chevrolet San Remo color rojo y durante 24 horas no supieron del paradero del conductor ni del automotor.