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Se quedaron a cuidar sus casas en San Lorenzo
26 familias se albergan en la iglesia matriz de san Lorenzo, en Esmeraldas, luego de la explosión del coche bomba. Otros permanecen en sus hogares por miedo a los robos.

Felipe Sánchez se quedó en su casa para cuidar sus cosas. Temen que les roben lo poco que les queda después del ataque.
“Fue una desgracia con felicidad”, sostiene Neri Maldemar, de 56 años, quien perdió su vivienda a causa de la explosión de un coche bomba en las afueras del cuartel de Policía ubicado en el barrio La Delicia, en San Lorenzo, provincia de Esmeraldas.
Él al igual que varios vecinos decidió pasar la noche en las afueras de lo que fue su hogar para cuidar las pocas cosas que le quedaban tras el percance. Él optó por no ir al albergue preparado por la Secretaría de Riesgos, ubicado en la iglesia Matriz de la ciudad.
Sentado en una silla plástica blanca, tapado con un techo improvisado de hojas de zinc que soportaron el estallido, Neri contó que no dejaba el lugar, porque había gente que se había aprovechado de lo sucedido y estaban robando las cosas.
“A la vecina de aquí al frente le robaron el cilindro de gas y unas ollas”, dijo, mientras fumaba un cigarrillo en medio de la noche lluviosa de San Lorenzo.
Indicó que fue un susto tremendo para él, su esposa y su nieto. “Pensé que se acababa el mundo”, señala. Cuenta que su hija esa noche no llegó a la casa y por eso se encuentra bien. Muestra la cama en donde una gran parte de pared le había caído encima y la destrozó. “Ahí duerme mi hija pero ayer no llegó y se salvó”, relata.
Cruzando la calle está María Elinda Preciado de 62 años. Sus lágrimas se confunden con la lluvia que no dejó de caer. Ella perdió el techo de su vivienda y el agua estaba dañando todos sus muebles y electrodomésticos que estaban tapados con unos plásticos.
Ella es una mujer sola que vive con sus hijos. Dice que no ha tenido ayuda de nadie y que tampoco puede dejar la casa porque teme que le roben. “Tengo que estar pendiente con la cuestión de mi rancho”, relató.
Ella se unió al grupo de Neri para pasar la noche en las afueras de sus viviendas cuidándolas.
Mientras tanto, en el albergue fueron acomodadas 26 familias, con un total de 101 personas, así lo confirmó Alexandra Ocles, ministra de Gestión de Riesgos. No todas las personas afectadas estaban en el albergue; sin embargo, precisó que quienes no estaban albergadas habían decido ir a casas de acogida.
En el lugar las familias estaban acomodadas en camas, y se les entregó alimentos. Recordó que a quienes sirvieron de casa de acogida también se les dio apoyo con comida.
En la primera evaluación que hizo la Secretaría: 14 viviendas presentan destrucción total de un total de 63 que fueron afectadas en menor grado.
El Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda evaluará la situación de quienes perdieron totalmente sus casas y adoptar una decisión. No descartó que se construyan nuevas viviendas.
Las acciones
Ochenta efectivos de los grupos de élite de la Policía Nacional (GIR, GOE y GEMA) realizaron operativos para que la gente acate el toque de queda establecido tras la declaración de estado de excepción, por parte del presidente de la República, Lenín Moreno, por los hechos suscitados en San Lorenzo. El toque de queda se estableció a las 22:00, en el sector.
Durante los operativos los gendarmes vigilan que los ciudadanos permanezcan en sus domicilios. Así como el control de documentos a los transeúntes.
Además, ayer, en rueda de prensa, desde Esmeraldas, César Navas, ministro del Interior, informó que tras la inspección realizada en la infraestructura policial de este cantón, se declaró estado de emergencia a esta zona con el fin de reparar los daños. Estas estarán ligadas a la activación de los seguros que cubren el destacamento.
Por su parte, Carlos Baca Mancheno, fiscal general de la Nación, aseveró que aún no se pueden socializar algunos detalles de la investigación y que la conducción de la misma se realizará desde la capital.
“Las hipótesis ya se han hecho públicas, pero algunos detalles de las investigaciones se las iremos informando oportunamente”, manifestó.
Las autoridades gubernamentales reiteraron que al momento se encuentran más de mil miembros de Policía y Fuerzas Armadas, para garantizar la seguridad de la zona, y que también trabajará en temas como servicios básicos para esta zona.
Según Alexandra Ocles, ministra de Gestión de Riesgos, después del censo realizado en el cantón, existen 101 personas de 26 familias en el albergue, 50 personas alojadas en casas de acogida.
Las autoridades no se atreven a confirmar el origen del coche bomba, o si el atentado está ligado a la banda de ‘El Guacho’, que estaría operando en la frontera norte con Colombia.
Un hecho condenable
Varios han sido los mensajes de gobiernos vecinos, condenando el ataque suscitado en el país. Es así, que el Gobierno de Perú expresó “su más enérgica condena” al atentado perpetrado este sábado contra la Policía de Ecuador.
El Ejecutivo peruano transmitió en un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores su solidaridad al Gobierno y pueblo de Ecuador y reiteró su rechazo a cualquier acto de violencia que atente contra la seguridad y convivencia pacífica.
Lo mismo sucedió con gobiernos como el de México y la Organización de las Naciones Unidas en Ecuador, que se solidarizaron vía redes sociales.