Unos 28 buses, 15 furgonetas y 1.200 vehículos con visitantes habían ingresado a Esmeraldas hasta el mediodía de este viernes 4 de febrero de 2022, por el feriado de Difuntos. Cristhian Guevara, director de operaciones de Esvial EP, sostuvo que estas cifras son inferiores a las que tenían proyectadas los operadores de turismo de la ciudad.

Los atentados con carros bomba, el estado de excepción y toque de queda repercutieron negativamente en el turismo de Esmeraldas durante este feriado.

Pocas personas llegaron a las playas de Las Palmas, Tonsupa y Atacames, las más visitadas por las familias  durante los dos primeros días de este feriado.

Jorge Benítez, presidente de la Cámara Provincial de Turismo de Esmeraldas, sostuvo que hasta antes de que aparecieran los cuerpos decapitados y de las detonaciones de coches bombas tenían una proyección de ocupación hotelera de un 30 %. Sin embargo, hasta el mediodía de este viernes 4 de noviembre no superaba el 10 % en Las Palmas y en el centro de la ciudad.

Según Benítez, después de que el presidente Lasso decretó estado de excepción y toque de queda, la cancelación de reservas fue del 100 %. “Hasta la semana pasada teníamos un 30 % de reservaciones, pero tras los últimos sucesos las cifras cayeron a cero”, explica.

En Las Palmas, en el balneario del cantón Esmeraldas, pocas personas recorrían las playas.

En Atacames el panorama fue un poco más alentador. Gustavo Ramos, vicepresidente de la Cámara de Turismo de ese cantón, señaló que la proyección del gremio era tener al menos un 50 % de ocupación. Sin embargo, la cancelación de reservaciones bordea el 90 %.

“Vinimos más por traer a los chicos al mar, porque vida nocturna no hay. Nos vamos mañana porque igual la gente anda con temor”, contó Iván Donoso, quien llegó a Atacames desde Quito junto con su familia.

En un feriado normal, Atacames suele recibir un promedio de 100.000 turistas, pero hasta el mediodía de este viernes habían apenas unos 30.000.