Irma Montenegro tenía aproximadamente un mes que no salía de su casa de un barrio del sur de Esmeraldas. No lo hacía por temor a ser víctima de asalto o a verse atrapada en alguna balacera, pero este domingo 5 de febrero de 2023 tuvo que ir a ejercer su derecho al voto. Lo hizo acompañada de uno de sus nietos, quien alquiló un taxi para llevarla al recinto electoral.

“Hace un mes más o menos fue la última vez que salí al centro porque tenía una cita médica, pero de allí yo no salgo porque si no te asaltan en la esquina, te mata alguna bala perdida”, aseguró Irma.

Como ella, muchos esmeraldeños salieron de sus casas para participar en la jornada democrática, pese al temor latente por la ola de violencia y asesinatos.

Desde la policía se implementaron todas las medidas de seguridad para salvaguardar la integridad de los votantes.

En distintos barrios de la ciudad hubo vigilancia. En la Isla Piedad, por ejemplo, una zona de alta incidencia de violencia, hubo patrullaje permanente de policías y militares.

“Este dispositivo de seguridad es paralelo al que realizamos a diario en toda la provincia”, aseguró Hólger Cortez, comandante de la Zona 1 Especial.

“Estamos desplegados en todos los recintos electorales y trabajando en los puntos más peligrosos con las unidades del eje preventivo”, agregó el general Fausto Buenaño, comandante de la Zona Especial N°. 1 Esmeraldas.

Los policías estuvieron en los exteriores de los recintos electorales, brindando seguridad a las inmediaciones y contribuyendo con la seguridad ciudadana, para que los votantes se sientan seguros.