Eran las 20:15 del viernes 26 de enero del 2024. Llovía en Lorenzo de Garaycoa y Vélez, en el centro de Guayaquil, y Matías (nombre protegido) no veía pasar a ningún taxi amarillo. Estaba desesperado, pues se le hacía tarde para regresar a casa. Entonces decidió irse en un auto rojo, cuyo conductor fue el único que se ofreció a detenerse para hacerle la carrera. Y ese fue el inicio de su desgracia.

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El ciudadano, periodista de profesión, contó que el viaje iba normal hasta que el coche pasaba por el puente El Velero. Allí, el chofer frenó fuerte y se subieron dos sujetos más, quienes intimidaron al comunicador social.

"Se subieron con pistola, cuchillo y me amedrentaron. Me cargaron por aproximadamente 35 a 40 minutos, fue un secuestro exprés. Se me llevaron todas mis pertenencias", contó el afectado.

Los malandrines lo intimidaron poniéndole el arma blanca en la barriga y la pistola en la cabeza. Fueron momentos de extrema tensión y pánico para el hombre. En ese momento pensaba varias cosas al mismo tiempo.

"Fue una odisea, recordé toda mi vida desde que estaba pequeño hasta adulto. Me puse a pensar qué hice y qué me falta por hacer", detalló.

De acuerdo con el testimonio del periodista, el conductor utilizó una estrategia astuta para hacer que vaya atrás. Le aconsejó que no viaje en el puesto del copiloto porque el asiento estaba mojado.

Posteriormente, el hampón puso el seguro para niños en las puertas de atrás, para impedir que pueda bajar, mientras se subían los compinches del atraco.

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Al final lo dejaron abandonado en el barrio Garay, en el suroeste de la urbe porteña, después de robarle un celular, un reloj, dinero y micrófonos inalámbricos. 

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